El Ayuntamiento de Zaragoza dio luz verde ayer a la carpa Delicias, donde Interpeñas solicitó trasladar su fiesta. Hasta aquí todo parece solucionado, pero hay truco porque la instalación no será exclusiva de los peñistas y porque no cumple con uno de los requisitos esenciales de las agrupaciones, como es tener un lugar de fiesta hasta altas hora de la madrugada.

Desde la comisión de fiestas de Delicias explicaron que entre semana la carpa se cerrará a medianoche y que las actividades que se programen estarán dirigidas a un público infantil por las tardes. Solo los días 4, 5, 10, 11 y 12 de octubre podrá abrir hasta las 2.00 horas. Un horario que no cuaja entre los peñistas que acostumbran a cenar en sus peñas y empiezan la fiesta, precisamente, sobre esa hora.

Las actividades y orquestas correrán a cargo de la empresa que se encargó durante las fiestas del barrio de las barras, Pam Hosteleros, empresa con la que Interpeñas tiene un contrato privado. Además, la comisión festiva ha invitado también a Unión Peñista Zaragoza a que se una a la fiesta y traslade a sus agrupaciones hasta el parque.

Desde la federación aseguraron que no tienen problema alguno en que se invite a más colectivos, aunque admiten que las condiciones no son las mejores y son conscientes de que resultado no puede ser el deseado. Aún así, descansaron porque «al menos tenemos un lugar donde juntarnos». Ya han acordado un primer encuentro en noviembre con Zaragoza Cultural para empezar a trabajar en las fiestas del 2020 y evitar esta situación. Desde la comisión de Delicias aplaudieron la decisión del Gobierno municipal porque permitirá trasladar las fiestas al distrito y mantener abierto «un espacio de convivencia en el que pueden concentrarse alrededor de 6.000 personas entre la carpa y el anfiteatro». La posibilidad de que se creen zonas de botellón no les gusta tanto. «Confiamos en que la gente respete el parque», comentaron.

La nueva carpa de la ciudad tendrá que pasar las inspecciones para recibir el visto bueno y poder abrir.