Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB), del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) y de la Universidad de Berna (Suiza) han logrado reconstruir la temperatura que había en la Península Ibérica durante el Holoceno, hace 11.000 años, a partir de un trabajo iniciado en Huesca sobre insectos semifosilizados.

El estudio, que publica la revista científica The Holocene, ha utilizado por primera vez restos subfósiles (resto biológico cuyo proceso de fosilización no está completo) de quironómidos, un tipo de insectos similar a los mosquitos, para averiguar el clima de aquel período geológico prehistórico.

El investigador del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB Miguel Cañedo-Argüelles ha explicado que los resultados del estudio confirman algunos de los patrones climáticos del Holoceno aportados por otras metodologías: una tendencia al aumento de temperaturas al inicio del período, temperaturas más altas coincidiendo con el llamado óptimo climático y un descenso a partir el inicio del Holoceno tardío.

Según el investigador, el estudio de los subfósiles de insectos es "una herramienta prometedora" para entender la evolución del clima a lo largo de la historia y los principales cambios climáticos, tanto de carácter natural como antrópico, que han modelado los ecosistemas antes de los registros instrumentales.

Los quironómidos (Chironomidae) son una familia de dípteros nematóceros, similares a los mosquitos, son muy abundantes en todo el mundo y varían en número y género según la temperatura en la que viven, por lo que son un buen indicador de esta variable climática.

La investigación comenzó en Basa de la Mora (Huesca), el Ibón de Plan, de donde extrajeron los sedimentos estudiados que contenían las larvas subfosilizadas de los insectos, que, al no estar fosilizados por completo, aún contienen materia orgánica que puede ser analizada.

El Grupo de Paleoambientes Cuaternarios del IPE-CSIC se encargó de extraer testigos para conseguir una secuencia que cubre todo el período del Holoceno.

La estimación de las temperaturas se obtiene comparando la composición de insectos obtenida en las muestras de los sedimentos a lo largo de la secuencia de estudio con una base de calibración compuesta por numerosas muestras de quironómidos obtenidas en la actualidad que se relacionan con los cambios de temperatura.

"En nuestro caso no disponíamos de este elemento de comparación propio del área de estudio (Pirineos), así que la secuencia obtenida en la balsa de la Mora se comparó con los resultados de otro estudio -el más desarrollado y utilizado en Europa- llevado a cabo en 274 lagos de Suiza y Noruega", ha puntualizado el investigador de la UB Pol Tarrats.

Los resultados del estudio muestran un incremento de las temperaturas al inicio del Holoceno, que alcanzan los valores más altos durante el llamado óptimo climático (hace unos 7.800 años).

También observa altas temperaturas hasta hace aproximadamente 6.000 años, cuando se inicia un enfriamiento que da lugar a los valores más bajos en la primera parte del Holoceno tardío (hace aproximadamente entre 4.200 y 2.000 años).

Los investigadores han detectado en los últimos dos milenios un aumento creciente de la temperatura.