El juez que investigó la muerte de la joven sevillana Marta del Castillo ha autorizado que su asesino, Miguel Carcaño, se someta a la prueba neurológica P-300, aunque con la precisión de que el único objetivo es hallar el cuerpo de la víctima y no servir de prueba contra él o nuevos acusados.

El magistrado del Juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla autorizó ayer a que Carcaño sea trasladado desde la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) al hospital Miguel Servet de Zaragoza dado que el preso lo consintió, aunque precisa que el condenado "podrá negarse libremente, en cualquier momento" a someterse a la prueba, efectuada por primera vez en España con Antonio Losilla, encarcelado por la muerte de su esposa, Pilar Cebrián.

Carcaño, condenado a 21 años de prisión, ha dado siete ubicaciones, todas falsas, sobre el paradero del cadáver de Marta.