-¿Qué aportará en los próximos cuatro años a la Diputación Provincial de Teruel?

-Intentaré cumplir con los retos de legislatura que planteé durante el discurso de investidura del pasado lunes. Las diputaciones provinciales tienen que convertirse en una administraciones más accesibles a las entidades municipales. Tenemos que adaptarnos al siglo XXI con las nuevas tecnologías y también mejorar cuestiones de tesorería.

-¿Podrán lograrlo con la actual financiación de las entidades locales?

-Nos gustaría mejorar el actual sistema de financiación. Se tiene que modificar la ley de racionalización de la administración local para que los ayuntamientos que son ahorradores puedan gastar y disponer de ese dinero. Esta norma fue una medida del PP que ha impedido que se abordaran problemas concretos en los ayuntamientos.

-¿Habrá acuerdo para ese cambio legislativo?

-Creo que sí. El Gobierno de Aragón ya dio el primer paso con una norma que puede completar la ley estatal. No se puede olvidar que los ayuntamientos son las entidades más cercanas, las que conocen mejor los servicios básicos a la población.

-Algunos servicios no llegan por igual a todo el territorio...

-Se piensa siempre en los pueblos pequeños, pero también está pasando con algunos barrios y pedanías. Hay que tener sensibilidad con todos los núcleos, pues a veces las partidas presupuestarias no tienen en cuenta a toda la población que se atiende desde los ayuntamientos.

-¿Las diputaciones son las entidades que más están trabajando en la lucha contra la despoblación?

-Esta es una de nuestras preocupaciones principales. No podemos seguir permitiendo que los pueblos sigan perdiendo población. Es algo que está sucendiendo en todo el interior de España. Por eso hace falta una estrategia común. Tenemos que dejarnos de batallitas: todos somos imprescindibles. Las soluciones tienen que ser interinstitucionales y transversales. Entre las cosas más necesarias está la extensión de la banda ancha en todos los núcleos de población.

-¿Todavía se está a tiempo de revertir este problema demográfico?

-El otro día, el catedrático de la Universidad de Zaragoza contra la despoblación, Luis Antonio Sáez, aseguraba que los pueblos no podían caer en el mensaje del victimismo, porque a pesar de las dificultades existen posibilidades si se ponen en marcha. El mundo rural tiene problemas, pero son reversibles. Por eso tenemos que hablar en positivo. Pongo el ejemplo de una panadería: tienen que asumir que el pan que cuecen es el mejor, pues es la mejor forma de vender su producto. Esto nos obliga a ser reivindicativos. En Teruel tenemos muchas bondades y tenemos que saber promocionar lo nuestro. Nuestra provincia, igual que otros puntos de Aragón, puede presumir de naturaleza, de patrimonio o de gastronomía.

-¿Qué puede proponer la DPT en asuntos como el fin del carbón en la provincia?

-Una de las soluciones para luchar contra la despoblación es generar empleo. Algunas industrias se tienen que reconvertir. Por eso podemos apostar por otros sectores como el agroalimentario. En los próximos años, si todo va con normalidad, veremos cómo se asientan empresas muy importantes en nuestra provincia. Y el fin del carbón también se tiene que compensar con energías renovables. Me consta que toda la provincia de Teruel ya está jugando un papel importante en la materia. Y creo que en los próximos meses, según los contactos que ya he podido tener, esto seguirá avanzando.

-En su discurso de investidura también hablaba de apostar por el patrimonio, tanto el material como el inmaterial. ¿Qué tiene pensado al respecto?

-Está demostrado que el mundo de la cultura genera una gran actividad económica. Igual que la naturaleza o el deporte. Por eso tenemos que ayudar al mundo del asociacionismo, ya que estas agrupaciones son las más cercanas y las que mejor gestionan los fondos que sale de las subvenciones.

-¿Le preocupan las duplicidades que se producen en las administraciones?

-A veces se solapan algunas competencias. Hasta que no se cree una nueva ley de la función pública tenemos que trabajar de forma coordinada entre las administraciones. Tenemos que estar en contacto. No puede ser que que el ciudadano tenga la impresión de que no se gestionan bien los fondos. Esto requiere mejorar tanto las diputaciones como las comarcas. No es tan complicado. Hace falta tener voluntad.

-El PAR, que antes presidía la diputación, ha facilitado la investidura del PSOE. ¿Cómo van a ser las relaciones?

-El acuerdo existe también a nivel autonómico. Ahora lo importante es cerrar un equipo de gobierno. Crearemos un grupo de trabajo en el que todos tengamos los mismos objetivos. Cuando cerremos la estructura de la DPT abordaremos todas estas cuestiones.

-¿Van a tener puestos de responsabilidad?

-Desde luego. Además es importante, según la experiencia que tengo como alcalde de Calamocha, contar con los propios trabajadores de las administraciones. Tiene que estar motivados e ilusionados. Se les tiene que escuchar, pues la mayoría conoce perfectamente los problemas de la provincia y están capacitados para proponer soluciones. Esto es fundamental para que las cosas funcionen. Por eso quiero empezar una ronda con los trabajadores de la DPT, más allá de los diputados.

-¿Cree que finalmente el presidente Javier Lambán podrá repetir al frente del Gobierno de Aragón? ¿Logrará los apoyos necesarios?

-Creo que sí. Espero que suceda así. Es la opción más lógica según los resultados electorales. Además sería la opción que garantizaría otros cuatro años de progreso. Esto será algo muy beneficioso para toda la provincia de Teruel.

-En estos momentos la investidura está en manos de Podemos...

-En la provincia nos hemos puesto de acuerdo con Ganar Teruel y con Izquierda Unida. En el Gobierno de Aragón las cosas están en manos de Lambán, que está negociando con total libertad. Creo que al final habrá un entendimiento. Confío en la coherencia, la inteligencia y el saber hacer de Lambán. Es algo que ya ha demostrado en otras ocasiones.