Las V Jornadas de la Asociación Aragonesa de Sociología (ASS) se celebran desde ayer y hasta el próximo 6 de mayo justo un año después de haberse tenido que cancelar debido a la pandemia. El presidente de ASS, José Ángel Bergua, explica que, de manera telemática, se ha contado con la participación de diferentes expertos para hablar sobre temas de actualidad y que preocupan a la sociedad más allá del covid-19.

¿Cómo ve el colectivo este nuevo escenario tras la pandemia?

Es un escenario complicado que además se añade a otros porque hay que recordar que no acabábamos de salir de una crisis económica que creó también mucha incertidumbre y que había habido grandes reformas en el ámbito laboral y económico que habían hecho bajar los salarios, fomentar la desigualdad social e incrementar el volumen de población pobre. Pero es que antes que esto ya había habido otro cambio que era la guerra contra el terror que se inicia a principios del siglo con el ataque a las torres gemelas. Por lo tanto, en todo lo que llevamos de siglo XXI se vienen sumando distintas clases de incertidumbres y a estas se ha añadido otra que es inédita y de la cual no teníamos muchas noticias y que lo que hace es generar una situación complicada para el mundo contemporáneo y la sociedad.

¿Cuáles son las principales preocupaciones actualmente?

Según las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ahora parece que ocupa un lugar muy importante lo económico, pero durante todo este tiempo no ha desaparecido la preocupación y además se suma el temor a un asunto que, en teoría, nosotros pensábamos que habíamos superado y que es la salud. Se suele distinguir entre valores materialistas y posmaterialistas. Los materialistas suelen hacer referencia a un desarrollo económico aceptable para todos y también a un orden social; es decir, que no haya guerras ni delincuencia. Muchos dicen que una vez que esto está asegurado, y en gran medida las sociedades contemporáneas parecen haberlo asegurado, habían aparecido valores posmaterialistas que tienen que ver con la calidad de vida, con la participación en los asuntos públicos, el trato con el medio ambiente etc. Pero resulta que ahora con esta pandemia, vuelven cosas que antes ni si quiera se sospechaba que fueran necesarias porque se daban por obvias y por sentadas, que es la preocupación por la salud. La población está dispuesta a hacer grandes sacrificios por tenerla, como pueden ser los confinamientos.

¿Qué cambios han sido los más notorios?

El hecho de que haya llegado una pandemia que se contagia a través de los otros hace que los otros se conviertan en motivo de sospecha y casi enemigos. El hecho de estar unos con otros, que es lo que crea sociedad, lo pone en peligro. Pero es que las propias medidas tomadas para resolver este problema, que es separar a unos individuos de los otros, contribuye a destruir el tejido social. Algo parecido pasó con la guerra del terror porque no estábamos ante un enemigo visible y cualquiera parecía que de la noche a la mañana podía convertirse en un terrorista, de tal modo que nos llevaba a sospechar de los demás. Esta característica que ya estaba presente entonces, ahora se ha acentuado y desbordado.

‘Miradas extrañas para tiempos anómalos’ es el lema de las jornadas. ¿Qué es lo que se puede encontrar en estas jornadas?

Este año hemos aprovechado que los tiempos son anómalos y hemos echado mano de colegas que abordan la realidad colectiva. En la primera conferencia, la de Julián Cárdenas (que tuvo lugar ayer por la tarde), los participantes tendrán ante ellos a un experto de élites. Es un ámbito interesante porque nos va a hablar de las élites políticas, económicas y mediáticas. Se trata de ver si hemos sido realmente modernos con nuestro modo democrático de hacer política. Otra de las conferencias es la de Amparo Lasén, que es una de las voces más interesantes de la sociología española y viene de la Universidad Complutense y se ha dedicado a investigar cuestiones aparentemente menores que ocurren en las conversaciones de una peluquería o los chascarrillos en un bar. Cosas que parecen banales pero la vida está llena de esto. Nos va a hablar del uso que se les da a los móviles por parte de los usuarios, que se ha convertido en una especie de prótesis personal a la vez que es un medio de trabajo. También un catedrático de la Universidad del País Vasco, Iñaki Martínez, nos hablará de la comida y del negocio de la gastronomía desde un punto de vista amplio y, por último, otra profesora de la misma universidad, Olatz González, hablará del feminismo.

¿Cómo se ve el futuro?

Se haga bien o se haga mal esto está teniendo efectos nefastos en la vida colectiva y hay generaciones que lo van a padecer durante mucho tiempo. Afortunadamente, en el ámbito de lo social el hacer predicciones no va a ningún sitio pero sí que es cierto que en las situaciones como es esta se dan las condiciones necesarias para que haya cambios de gran envergadura. Puede permitir que la sociedad sea creativa y que emerjan cosas nuevas, pero también puede llegar a facilitar situaciones implosivas en la que la sociedad colapse en un orden de carácter más cercano al totalitario y donde los individuos son reducidos a poca cosa.