No cesan las quejas de los participantes en las oposiciones para profesores de Secundaria. Si las críticas por supuestas irregularidades fueron numerosas tras la realización de la primera fase, la segunda también ha provocado la indignación de los participantes que habían superado la anterior. «Ha vuelto a ser una escabechina», aseguró una de las opositoras que participó en la prueba de Inglés y que prefirio mantener el anonimato. «Las diferencias entre un tribunal y otro han sido bestiales y los criterios de corrección no existen y, si los hay, no se han aplicado», lamenta.

Si, a finales de junio, la prueba práctica acaparó críticas por un examen «de un nivel de dificultad totalmente diferente a lo que marcaba la convocatoria», los que lograron superarlo «con una nota mucho más baja de lo que esperaba», aseguran que, tras completar la segunda parte de carácter didáctico «en la que tengo una sobrada experiencia y salir muy contenta del examen», el revés fue mayúsculo. «Me encuentro con una nota casi ridícula que nada tiene que ver con el examen realizado y que no consigo entender bajo ningún parámetro», asevera.

Las quejas cuestionan, principalmente, el criterio de los tribunales en la corrección. «En un tribunal hubo solo un 40% de aprobados en la segunda parte con notas muy bajas, mientras que en otros fueron casi un 100% con calificaciones brillantes», afirmó la opositora.