No hay milagros ni «soluciones mágicas» para abordar el fin de la pandemia del coronavirus. Solo la necesidad de «proteger la salud y la vida» con un Ejecutivo cuatripartito «moderado» que en opinión del presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, «genera estabilidad política y social». Este fue el contexto descrito por el dirigente socialista en su intervención de Nochevieja el pasado jueves ante un virus que en la comunidad «no ha dado ni un día de tregua» después de haber tenido que afrontar en menos de un año tres olas diferentes de contagios. La intervención comenzó con un sentido recuerdo a los 2620 aragoneses fallecidos y a las familias «rotas por el dolor que ni siquiera han podido despedir a sus muertos como hubieran deseado».

La pandemia del coronavirus lo ha cambiado todo y en la intervención del presidente han desaparecido las referencias a la política del día a día para centrarse en los agradecimientos y las disculpas. Por un lado, destacó a a la comunidad educativa, a las familias, profesorado y alumnado que hacen de las aulas un espacio seguro; al personal de las residencias; a las fuerzas armadas y cuerpos y fuerzas de seguridad; a las entidades del tercer sector «y a todos y cada uno de los llamados servicios esenciales» Son, en opinión de Lambán, los que permiten recuperar la autoestima «con su categoría moral y profesional».

GESTIÓN COMPLICADA / La situación ha sido complicada, con bandazos en la gestión política que llevó al presidente a reconocer el sufrimiento que derivado de las decisiones de estos meses, algunas de ellas con consecuencias judiciales. «Creo justo pedir disculpas al personal de los hospitales por no haberles podido proporcionar al principio toda la protección que necesitaban», aseguró. Y a esta lista de afectados sumó también a los sectores más afectados por las restricciones, a la hostelería, al turismo, al comercio, a la cultura o los gimnasios. «Para proteger la salud y la vida de los aragoneses, tomamos las mismas medidas que todos los países europeos, pero hay autónomos y pymes con pérdidas cuantiosas que intentaremos compensar, completando en el 2021 las ayudas concedidas en el 2020», indicó.

El discurso, rodado en el Museo de Zaragoza con varios lienzos de Francisco de Goya como decorado, sirvió también como una defensa de la centralidad política, algo que consideró fundamental para garantizar los procesos de digitalización o proyectos como Bonárea o Amazon. Celebró igualmente el haber podido aprobar los mayores presupuestos de la historia con el apoyo de todos los partidos menos Vox y el PP.

En clave estatal lamentó la existencia de sectores políticos «dedicados a perturbar la estabilidad promoviendo enfrentamientos ideológicos y territoriales e impidiendo los grandes pactos que necesita el país». Por eso se declaró «partidario de la moderación» y mostró un apoyo explícito a la labor del presidente Pedro Sánchez y a los «valores y principios en torno a una idea de España entendida como un gran proyecto común» que simboliza el rey Felipe VI.

DESAFÍOS / Lambán cerró su intervención con una llamada al optimismo, una idea que se articula alrededor del proceso de vacunación contra el coronavirus y de la Estrategia aragonesa para la recuperación social y económica. Evocando la figura de Goya como un amante de la «libertad» explicó que los aragoneses tienen «talento y fuerza» para afrontar con éxito cualquier desafío. «Vivimos una situación excepcional, como nunca antes habíamos vivido, que nos obliga a dar la mejor versión de nosotros mismos», precisó. Y a la espera de conoce cómo afectan las celebraciones navideñas a las cifras de contagios volvió a reclamar «responsabilidad individual».