El presidente de Aragón, Javier Lambán, considera que si se van a adelantar las elecciones generales, es preferible que no coincidan con las europeas, autonómicas y municipales del 26 de mayo -una posibilidad que ha sido bautizada como superdomingo electoral- porque eso las «desnaturalizaría». «Los ciudadanos tienen el derecho de expresarse a través del voto respecto a la actuación y a la gestión de cada ámbito político y administrativo», afirmó ayer en declaraciones a los medios de comunicación al ser preguntado por esta posibilidad.

El mandatario socialista precisó, no obstante, que la fecha de los comicios generales corresponde al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y recordó que la vicepresidenta del mismo, Carmen Calvo, dijo recientemente que «sin presupuestos la legislatura tendrá que acortarse irremediablemente». «Parece imposible llegar al 2020», agregó, si las cuentas nacionales del 2019 no ven la luz. «Me da la impresión de que las elecciones tendrán lugar este año», aseveró antes de visitar las instalaciones de la empresa Brilén en Barbastro, acompañado de la consejera de Economía, Industria y Empleo, Marta Gastón, y del alcalde de esta población oscense, el socialista Antonio Cosculluela, entre otros.

"FRACASO" DE LA DERECHA

«Lo único que tengo absolutamente claro es que el día 2 de abril convocaré las elecciones autonómicas por prescripción estatutaría y legal», defendió Lambán, quien dejó clara su posición contraria a un cuádruple cita con las urnas en dicha fecha.

«Quiero ir a las elecciones de mayo defendiendo mi gestión y contraponerla a lo que hizo la derecha en la legislatura anterior», afirmó el presidente. «Quiero que los aragoneses debatan sobre eso», enfatizó. A su juicio, si esa disputa autonómica «se contamina» con otros debates propios de la política nacional «se está en cierto modo desnaturalizando el ejercicio democrático del voto».

Sobre la manifestación celebrada el domingo en Madrid por PP, Ciudadanos y Vox para pedir elecciones generales, estimó que fue un «fracaso», por quedarse «lejos» de las expectativas de participación de sus organizadores, pero también por haber dado «carta de naturaleza a un partido de extrema derecha», en alusión a la formación de Santiago Abascal.

En este sentido, crítico la participación en la protesta del presidente del PAR, Arturo Aliaga. «No entiendo que estuviera en una manifestación que se pedía la supresión del Estado autonómico», apuntó.

Por último, reclamó el impulso de un pacto de Estado de todas las fuerzas políticas, «de las constitucionalistas por encima de todo», para hacer frente al desafío independentista.