La prevención y tratamiento de la muerte súbita cardiaca ha sido una de las líneas de trabajo de la Unidad de Arritmias del Clínico desde que se creó, en 1980. De hecho, también fueron pioneros en la implantación de un desfibrilador subcutáneo en 1990, aunque se trataba de un modelo que requería de abrir el pecho del paciente y de mantenimiento mucho más complejo. Han ido incorporando las técnicas más modernas en diagnóstico y terapia.