La Justicia española suele sancionar sólo con multas a los cazadores furtivos del sarrio. Por ejemplo, los detenidos el 24 de julio tendrán que pagar entre 90.000 y 120.000 euros, mientras que el mallorquín arrestado el 27 de junio deberá abonar 36.000 euros. Sin embargo, en otros países esta caza ilegal sí conlleva penas de prisión. "En Francia, los agentes tienen potestad para entrar en el inmueble e incautarse de todas las armas de fuego y trofeos que tenga el arrestado", afirmó el jefe del Seprona de Huesca.