Para el covid-19, los 120 kilómetros que separan Teruel de Valencia no son nada. Es tan intenso el flujo laboral, comercial, turístico y social entre ambas ciudades, en ambos sentidos, que la cepa británica no ha tenido ningún problema para llegar al sur de Aragón.

«La llegada de la variante inglesa era solo cuestión de tiempo», explica Jesús Martínez Burgui, representante laboral sanitario en el hospital Obispo Polanco de la capital turolense.

El aeropuerto de Valencia mantiene un tráfico aéreo regular con las Islas Británicas, donde está el foco de la nueva versión del coronavirus. Y muchos turolenses van a la Ciudad del Turia por razones de trabajo, de estudio, de compras y de diversión, apunta Martínez Burgui. Si bien en la actualidad ese movimiento se ha reducido a niveles muy bajos por las limitaciones a la movilidad.

Teruel capital está registrando del orden de cien contagios diarios últimamente y la incidencia de la cepa británica entre los mismos es todavía débil, pero podría crecer.

Además, las estadísticas no recogen el impacto real de la enfermedad al haber muchas personas asintomáticas, de ahí la importancia del diagnóstico precoz.

El puerto y el aeropuerto

El puerto y el aeropuerto Por otro lado, las industrias de Teruel giran en gran medida en torno a Valencia, con cuyo puerto marítimo hay un tráfico continuo y diario, tanto para llevar como para traer mercancías de los barcos que atracan en sus muelles, apuntan en la delegación de la CEOE en la Ciudad de los Amantes.

No obstante, Juan Ciércoles, presidente de la entidad, no se atreve a establecer un vínculo entre las relaciones comerciales e industriales con Valencia y la llegada de la variante británica.

Martínez Burgui está seguro que los casos actuales caen ya muy lejos de la Navidad como para ser consecuencia de los encuentros familiares durante esas fiestas. «Ahora es otra cosa», señala el representante sindical, que menciona la estrecha relación con Valencia.

Una incidencia del 4% de la nueva variedad vírica

Los estudios realizados por expertos han determinado que la incidencia de la nueva cepa británica en la ciudad de Teruel es del 4%, un porcentaje que figura entre los más altos de Aragón. Con todo se trata de un valor todavía bajo y que varía mucho de unas ciudades a otras, con una incidencia de 0 casos, por ejemplo, en el caso de la ciudad de Alcañiz.