José Antonio Pérez Cebrián apenas ha permanecido 10 meses como presidente de CEOE Teruel. Su salida ha sido abrupta y poco transparente. Muy pocos quieren explicar cuáles han sido los verdaderos motivos que hay detrás (y los que lo hacen prefieren mantener el anonimato), pero todo apunta a que el desencadenante ha sido la brecha abierta entre un importante grupo de miembros del comité ejecutivo de la organización y el propio Pérez Cebrián.

Entre los grandes motivos de fondo que han podido precipitar su está el resquemor existente en parte de la patronal por compatibilizar la presidencia de CEOE Teruel con el cargo de asesor estratégico de Forestalia -la empresa aragonesa de renovables que lidera Fernando Samper- que tiene en esta provincia uno de sus principales radios de acción. La compañía ha proyectado 3.000 megavatios (MW) de energías verdes en 50 municipios turolenses con la construcción de 66 parques eólicos y fotovoltaicos, una iniciativa que Pérez Cebrian está gestionando en primera persona y que fue presentada en un acto en octubre pasado, en el que participó el presidente aragonés, Javier Lambán, con el que mantiene una estrecha relación.

La chispa del conflicto

Pero más allá de su cargo de asesor estratégico de Forestalia, la gota que ha colmado el vaso es el rechazo que está generando en las comarcas del Matarraña y el Maestrazgo la instalación de parques eólicos, a pesar de que estos no están vinculados con Forestalia.

Según ha podido saber este diario, la chispa en CEOE Teruel saltó el pasado día 3 de febrero cuando el presidente de Cepyme Teruel, Juan Ciércoles, criticó -durante su participación en una jornada de la trufa en la capital del bajo Aragón- los efectos que la instalación de estos aerogeneradores podrían tener en el Matarraña. En esta comarca, el turismo se ha convertido en uno de sus grandes salvavidas. Así al menos lo reflejan los datos de ocupación del 2019.

Fuentes acreditadas señalan que el propio Pérez Cebrián trasladó a Ciércoles sus desafortunadas declaraciones, por lo que le invitó a dimitir. La respuesta fue contundente: «Me iré si así lo decide el comité». Poco después, el 14 de febrero, se convocaba un comité urgente en el que se evidenciaron las claras discrepancias entre el ya expresidente de CEOE Teruel y una buena parte del comité. Esta circunstancia, según las mismas fuentes, llevaron a Pérez Cebrián a aceptar la renuncia, según recoge el acta de aquel día. La única condición que puso fue que no se trasladara la decisión hasta comienzos de marzo. Y así se hizo. Hasta ayer.

Motivos ficticios

La patronal turolense enviaba a primera hora de este lunes una nota de prensa en la que señalaba que Pérez Cebrián dejaba el cargo «por razones de índole personal y profesional que le impiden el ejercicio de las funciones propias de la presidencia» de CEOE Teruel. En realidad, se trataba de una forma de proceder a una salida «honrosa», según destaca una persona cercana al turbulento proceso vivido en la patronal en las últimas semanas. Además, el comunicado también servía para anunciar la «renuncia» de Pérez Cebrián. Del resto de la nota poco se puede rescatar, salvo el reconocimiento a su labor en las organizaciones empresariales durante los últimos 24 años y deseos de éxito para el futuro.

Mientras tanto, Pérez Cebrián guarda silencio y deja entrever que su salida no ha sido amistosa. Prefiere no hablar, pese a los reiterados intentos de este diario por ponerse en contacto con él. Personas cercanas al ya expresidente de CEOE Teruel subrayan su profundo malestar. Mientras, fuentes internas subrayan: «Los tiempos cambian y las formas de proceder también. Ya no vale la imposición. Eran momentos difíciles y se debía tomar una decisión».

El relevo

El puesto de Pérez Cebrián será ocupado de forma interina por Ángel Muela, hasta ahora vicepresidente de CEOE Teruel. Este anunció que a lo largo de esta semana se convocará un comité ejecutivo para analizar la situación y tomar decisiones. A la misma acudirán los 18 responsables de CEOE, Cepyme y CEAT. Posteriormente, está prevista la celebración de una asamblea general (la fecha aún no se ha fijado) que desembocará en un proceso electoral. Hasta entonces Muela seguirá siendo presidente en funciones de la organización y se mantendrá una línea «continuista».

«La casa sigue funcionando, sigue habiendo comisiones y proyectos en marcha», subrayó el nuevo presidente que descarta presentarse al cargo. «De momento, no está en mi mente». Sobre la «renuncia de Pérez Cebrián», indica que era una decisión que él mismo trasladó a la organización a finales de febrero porque tenía problemas familiares.

El exdirector de Caja Rural de Teruel durante los últimos 27 años ha sido y es una de las personas más influyentes de la provincia, por su bagaje, experiencia y contactos mantenidos durante las últimas décadas. Y también fue el único que aceptó el reto de presidir CEOE Teruel. Porque ahora, aunque solo han transcurrido diez meses desde su llegada, ya casi nadie recuerda que fue nombrado por unanimidad y sin oposición. Nadie más, ningún otro candidato del tejido empresarial de Teruel aspiró a ser el líder de los empresarios de la provincia. Ahora hay otra oportunidad.