El Ayuntamiento de Lledó, gobernado por el PAR, ha enviado una carta abierta para reclamar la implicación del Gobierno de Aragón en los equipamientos escolares de la comunidad después de que un mensaje viral pusiera en cuestión que no se permitiera el uso del salón social del municipio para el desempeño de la asignatura de Educación Física.

La alcaldesa de la localidad, María Teresa Crivillé, niega que se haya vetado el uso de un espacio municipal para el desarrollo de las clases cuando ha sido necesario, aunque precisó que las instalaciones cumplen con la normativa vigente «para el uso para el que fueron creados». Además, señaló que en el pueblo han pasado de 3 a 36 alumnos en solo seis años. «Si los niños necesitan un espacio para hacer Educación Física por el incremento exponencial del alumnado, ¿no sería responsabilidad de la consejería de Educación facilitar un lugar adecuado y seguro?», pregunta.

La regidora responde además a una crítica concreta en las redes sociales, en la que se dijo que no se había permitido el uso del salón durante un día de lluvia porque se ensuciaba, alegando que es «responsabilidad de los profesores» extremar las precauciones en el mismo, por contener un escenario, botelleros, congeladores y cuadros eléctricos.

Explican que con el aumento de alumnado no es posible el mismo control que antes y que las quejas buscan «sembrar crispación». Por eso cree que Educación debe autorizar el uso del salón municipal «hacerse responsable de la seguridad del mismo», recuerda la alcaldesa.