Thierno M. se encuentra en prisión provisional por un asunto de tráfico de drogas. Ayer abandonó durante varias horas el centro penitenciario para ser juzgado por, supuestamente, violar a una mujer en el barrio del Arrabal, en el 2016. Ante los magistrados aseguró que fue sexo consentido y que la denuncia es «una venganza por celos y por ser confidente de la Policía».

Este hombre, que se enfrenta a 8 años de prisión y al pago de una multa de 900 euros, también señaló que ambos consumieron bebidas alcohólicas, dejando caer, a preguntas de su abogado, Carlos Vela, que la víctima podría estar bajo los efectos de la bebida y que, por tanto, su realidad se habría desvirtuado.

Frente a la declaración del encausado estuvo la de la mujer que relató cómo tuvo que pedirle ir al baño por necesidades fisiológicas para salir huyendo del piso y pedir ayuda de un vecino que se la encontró descalza y con ropa de poco abrigo, a pesar de ser 16 de diciembre. Este confirmó la versión de la víctima, al igual que la forense que le atendió, quien destacó que, a pesar de no observar heridas en la vagina, «sí tenía hematomas en la cadera y en los brazos propias de este tipo de agresiones sexuales».

Destacó que estaba «intoxicada», pero que el relato que ofreció no era fabulado y compatible con sus lesiones».