Los menores que reciben algún tipo de protección en la provincia de Zaragoza se han incrementado un 38% en los dos últimos años. Este es uno de los datos que revela el estudio elaborado por el Ayuntamiento de Zaragoza en colaboración con Ebrópolis, Indicadores de Bienestar de infancia y adolescencia en Zaragoza, que pretende convertirse en una herramienta de diagnóstico y análisis que permita a las entidades sociales, administraciones y organizaciones a mejorar la prestación de sus servicios e intervenir con mayor precisión.

La concejala de Derechos Sociales, Luisa Broto, explicó que Zaragoza alberga el 50% de la población aragonesa y que, al «existir muchos datos a nivel nacional y autonómico», lo que han hecho ha sido definir una serie de indicadores que permitan definir, concretar y actuar ante las necesidades de los menores y que resumen en factores sociodemográficos y socioeconómicos, educación, salud y bienestar, bienestar material, entorno familiar y social, infancia vulnerable, ocio y tiempo libre, bienestar subjetivo y participación.

La población zaragozana se eleva hasta los 706.541 habitantes, de los que solo un 16,6% tiene entre 0 y 17 años. La distribución de la población infantil y adolescente en la ciudad es desigual, concentrándose en los barrios del Rabal, Delicias y Actur. Sin embargo, las mayores proporciones sobre la total se dan en las zonas de expansión de la ciudad gracias a los nuevos barrios de expansión.

VULNERABILIDAD

Según el informe, y en el ámbito de infancia vulnerable, los menores de 0 a 17 años con medidas de protección se ha incrementado un 38% en la provincia de Zaragoza entre el 2016 y el 2018. No obstante, entre los menores de 14 y 17 años que requieren de apoyos se ha experimentado un descenso del 65%.

En cuanto al género, llaman la atención los indicadores de maltrato, ya que son las niñas las que concentran el mayor porcentaje de «denuncias por delitos contra la libertad y la indemnidad sexual», así como los casos de «menores víctimas de violencia familiar».

SALUD Y SEGURIDAD

Si se habla del indicador de la salud y la seguridad, el informe manifiesta la necesidad de mejorar las cifras en lo que respecta al consumo de tabaco, alcohol, cannabis, bebidas energéticas y alerta, además, del incremento de menores que se enganchan al juego online. También señala el riesgo de la mala salud mental en la población de 0 a 14 años. En este caso, también las niñas presentan peores datos.

En el ámbito educativo, el documento hace referencia a la tasa de abandono escolar registrada en Aragón, que asciende al 16,4% y que, pese a haber descendido, sigue lejos del objetivo europeo que la fija en el 10%. Según el informe, existe una gran desigualdad entre el número de alumnos que termina la Educación Primaria y los que terminan la ESO. Es más, puntualiza que existe un alto número de estudiantes que repiten un curso, por lo que manifiesta la necesidad de que se realicen «cambios curriculares y metodológicos».

El 34% de los pequeños de 0 a 2 años está escolarizado. Una cifra que se eleva hasta el 96,2% para los de tres años. El problema al que se enfrentan muchas familias es que la cobertura de plazas públicas en este primer ciclo apenas roza el 10,2%, por lo que se pone de relieve la necesidad de universalizar la educación pública gratuita entre los menores de 0 a 3 años. De este modo, además, se complicaría con uno de los objetivos del Pacto por la Infancia aprobado en las Cortes.

En este apartado también cuestiona la existencia de un «desequilibrio evidente» entre los centros educativos respecto a la distribución de varios grupos de especiales características que impide la igualdad de oportunidades, afectando a población de origen extranjero, con necesidades educativas especiales o colectivos en situación de vulnerabilidad.

OCIO

También analiza el ámbito familiar y social, manifestando la necesidad de que se revise y potencie la oferta de ocio asociativo entre familias. Relacionado con este indicador está el de ocio y tiempo libre, donde pone de relieve la adicción de los jóvenes a las tecnologías y redes sociales.

Es «significativo» el porcentaje, especialmente en chicas, que manifiesta «sentirse triste», por lo que sería necesario que se corrigiese la disfunción que existe entre la realidad vivir y la virtual creada en la que se manejan los adolescentes. Unos menores que apenas participan en temas de ciudad.