La retirada de las tropas españolas de Irak está creando problemas a los militares que cumplen misiones en el extranjero. Por primera vez efectivos destinados en la base aérea de Manás (Kirguizistán) denuncian públicamente la "persecución" a la que están siendo sometidos por parte del coronel estadounidense responsable de las instalaciones. Un conflicto que se suma al protagonizado el pasado mes de agosto por soldados británicos y canadienses, que llamaron "cobardes" a los paracaidistas madrileños que estaban en misión de reconocimiento en Mazar-i-Sharif (Afganistán).

Desde que activaron el destacamento Mizar el pasado 21 de agosto, los efectivos españoles (un total de 53 personas, la mayoría destinadas en Zaragoza) han visto suspendidas sus salidas al exterior en cuatro ocasiones, la última a raíz de la celebración de la festividad del Pilar. Asimismo, el mando norteamericano ha elevado numerosas quejas al comandante jefe del contingente español, en las que acusa a éstos de "peligrosos", de poner "en riesgo" la seguridad del acuartelamiento y de "introducir alcohol" contraviniendo las normas de la base, de propiedad estadounidense.

SIN PRUEBAS Las acusaciones, que no han ido acompañadas de pruebas, obedecen según han denunciado a EL PERIODICO algunos de los afectados, a un deseo de dificultar la estancia de los españoles por la decisión del Gobierno de abandonar Irak. Así se lo han confirmado algunos soldados hispanos del Ejército de Estados Unidos. "Alegan que les hemos dejado en la estacada y que por eso nos están pasando factura", declararon a este diario.

Aunque aseguran que no han elevado quejas formales a sus superiores en España, "por no crear un conflicto diplomático", son frecuentes las tensiones. "Tenemos la sospecha de que cuando salimos de la base registran nuestras tiendas", dijeron.

Como ejemplo destacan lo ocurrido el pasado martes con la festividad de la Virgen del Pilar. Los españoles solicitaron permiso para celebrar la fiesta e invitaron a más de 200 estadounidenses a comer paella y sangría. "Cuando acabamos pensamos irnos fuera, pero nos prohibieron la salida sine die porque, según el mando americano, habían encontrado una botella de ron fuera del recinto de la fiesta y nos acusaron a nosotros sin aportar ninguna prueba", apuntó uno de los afectados.

"Nos sentimos como si fuéramos delincuentes a los que les privan de libertad. Nosotros no tenemos ni biblioteca, ni centro cultural ni acceso a internet como tienen ellos. Cuando acabamos nuestro trabajo, y siempre dentro de las normas establecidas --la salida al exterior está permitida entre las 17.00 y las 22.00 horas-- nos gusta ir a la ciudad a dar una vuelta, pero permanentemente nos lo prohiben con acusaciones falsas", añadieron. Asimismo, aseguran que la alerta máxima en el recinto se activa con frecuencia, pese a que Kirguizistán no es un país en conflicto y está a más de 2.000 kilómetros de Afganistán.

CANTINA AMERICANA Curiosamente en esta base de titularidad estadounidense es donde realizó su última escala el Yakovlev-42 que se estrelló en Turquía el 26 de mayo del 2003 causando la muerte a 62 militares que regresaban a España. En aquella ocasión compañeros de los fallecidos denunciaron que parte de la tripulación del avión había estado consumiendo alcohol en la cantina americana. La venta de bebidas alcohólicas está regulada con unas cartillas de racionamiento.

Como prueba del talante que muestra el coronel estadounidense, los efectivos españoles destacaron también el "desplante" que le dio al ministro de Defensa, José Bono, cuando éste giró una visita a las tropas destinadas en Asia central. "No le acompañó en el recorrido por nuestro destacamento", aseguraron. El próximo martes, el Jefe del Estado Mayor del Aire, el general Francisco García de la Vega, tiene previsto desplazarse a Kabul y a Manás con la veintena de efectivos que relevará a parte del destacamento Mizar.

La presencia del Ejército del Aire en Kirguizistán no es nueva. Entre febrero del 2002 y junio del 2003, militares aragoneses del Ala 31, del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) y de unidades médicas montaron el destacamento Géminis en esta misma base. "Nunca tuvimos ningún problema, ni con los estadounidenses ni con los holandeses ni con la población civil", apuntaron.