"Vengo de España en autoestop". Cuando, el pasado lunes, Fernando Manuel Chaqui§o, de 46 años, pronunció esta palabras ante su familia en el pueblo portugués de Ligares, sus parientes se quedaron petrificados. "No sabíamos cómo reaccionar, fue como una aparición", contó ayer su cuñado Manuele Galas a EL PERIODICO DE ARAGON. "El 21 de enero recibimos un certificado de defunción que decía que había muerto meses antes en Zaragoza..., y de repente ahí estaba, en la puerta".

Pasada la primera impresión, "casi de espanto", según Manuele, todos los familiares celebraron la resurrección de Fernando, que había pasado varios meses trabajando de temporero en España, primero en una finca cerca de Zaragoza y después cogiendo mandarinas en Valencia. Las mujeres dejaron de inmediato el luto riguroso que habían adoptado desde el momento en que se enteraron de la pérdida de su ser querido.

El supuesto fallecimiento de Fernando se produjo en el mes de octubre, pero su familia no pudo repatriar el cadáver porque carecía de los 8.000 euros que costaba el traslado. Por ese motivo dio su autorización, a través del consulado portugués en Barcelona, para que el difunto fuera enterrado en Zaragoza.

La noticia de la aparición de Fernando Chaqui§o, que ha conmocionado a la opinión pública portuguesa, abre una gran incógnita. Si el temporero está vivo, ¿quién ha sido enterrado en su lugar en Zaragoza?

Una fotocopia en el bolsillo

En la capital aragonesa, el Juzgado de Instrucción número 4 ordenó ayer exhumar el cadáver de la persona enterrada en el cementerio de Torrero bajo una identidad equivocada. Casualmente, la inhumación tuvo lugar el pasado lunes, el mismo día en que Fernando llegó a su casa.

La confusión entre Chaqui§o y la persona que todo el mundo tomó por él se debió a que el difunto real, que apareció muerto en un campo de la finca Santa Inés, cerca del Ebro, llevaba en un bolsillo una fotocopia del carnet de identidad del temporero portugués. Además, las huellas dactilares del difunto y las del carnet eran idénticas, según fuentes de la investigación.

El falso Chaqui§o murió por causas naturales, según determinó la autopsia. El fallecimiento se había producido dos o tres días antes del hallazgo del cadáver en un pueblo próximo a Zaragoza.

En Ligares (Tras-os-Montes), la inesperada vuelta de Fernando ha constituido un acontecimiento casi sobrenatural. "Me enteré de que todos me creían muerto cuando fui a coger el autobús en Miranda para ir a mi pueblo", manifestó ayer el temporero.

"El conductor puso una cara muy rara y me dijo que se había corrido la voz de que había muerto en España". Lo primero que hizo fue presentarse ante la Policía de su zona para demostrar que estaba vivo.

"Nosotros no sospechamos que podía estar vivo", comenta Manuele. "Se fue a España hace unos meses y en todo el tiempo que estuvo fuera no envió ninguna noticia".

Divorciado y con un hijo de 21 años, Fernando tenía buen aspecto cuando volvió a su tierra. "No sólo está vivo --bromea su cuñado--, además tiene buena salud y está más gordihno que cuando se fue a trabajar en la fruta".

Cuando todos sus parientes, y amigos han asimilado el regreso de Fernando del más allá, han empezado a preguntarle a qué se debe que no se le ocurriera telefonear o escribir una carta.

Y Fernando Manuel Chaqui§o, que a lo que dicen sus familiares y paisanos es un hombre de pocas palabras, les responde lacónicamente: "Nao calhou". Algo así como "No venía a cuento".