Una mujer años, Amelia R.P., ha sido asesinada hoy en Cariñena a presuntamente por su marido, afael A.1, quientó una puñalada mortal cerca del corazón, por causas quconocen, en el domicilio de ambos.Con este asesinato son ya tres las mujeres fallecidas este año en la comunidad aragonesa a causa de la violencia de género, cifra que se eleva al menos a veintisiete en todo el territorio nacional, con lo que se superan ya las 25 que se contabilizaron para este mismo periodo del pasado año.La mujer fallecida en Cariñena, quien no había presentado ninguna denuncia previa por malos tratos, según fuentes policiales, será enterrada mañana en la más estricta intimidad por expreso deseo de la familia en el cementerio de dicha localidad, donde el suceso ha provocado una gran conmoción, dijo el alcalde, Alejandro Bibrias.Los hechos se produjeron alrededor de la 01:00, en el domicilio del matrimonio, situado en la calle Mayor de Cariñena, donde al parecer habían cenado con unos familiares de Madrid, que habían viajado a la localidad a pasar unos días con motivo de la Primera Comunión, el próximo domingo, del nieto mayor de la pareja.Unos vecinos del matrimonio, que viven en la misma planta del inmueble, relataron que una de las dos hijas de la pareja salió de la casa y muy afectada les contó, antes de desmayarse, que su padre había matado a su madre con un cuchillo.Sorpresa en la localidadEl municipio de Cariñena, una localidad de poco más de 3.000 habitantes, está consternado por este asesinato, ya que se trataba de un matrimonio "normal", muy conocido en la población y sin problemas económicos, dijo su alcalde, Alejandro Bibrian."Ha sido una sorpresa mayúscula", insistió el alcalde, quien no se explica lo ocurrido, ya que era un matrimonio sin problemas, que la semana pasada había regresado al pueblo de pasar unos días de vacaciones en Tenerife.A juicio del alcalde, todo pudo ser por "un momento de ofuscación", puesto que no había antecedentes de denuncias por malos tratos.Alejandro Bribian describió a la víctima, Amelia P.R., como una mujer moderna y actual, y a su marido, Rafael A.V., como un empresario que al jubilarse había vendido su negocio de automóviles y un taller mecánico, que traspasó a un antiguo empleado suyo.Manuel Serrano, que vive enfrente de la vivienda en la que se produjeron los hechos, relató que el matrimonio era "tan feliz como el que más del mundo y de España" y agregó que al presunto homicida "le tuvo que dar por fuerza un ramalazo de locura", porque era "muy pacífico, el más tranquilo del mundo".