La Fiscalía General del Estado señaló en su último informe que solo el 0,005% de las denuncias por violencia contra las mujeres acabaron en una condena por acusación falsa. Una excepcionalidad de la que fueron testigos este lunes los propios magistrados de la Sección Primera de la Audiencia de Zaragoza, quienes escucharon de boca de una denunciante que la agresión sexual que afirmó haber sufrido en agosto del 2018 no existió. Hecho que llevó al fiscal José Luis Hedo a retirar la acusación por la que solicitaba 10 años de prisión para F. A., a la vez que solicitaba deducir falso testimonio contra la joven para juzgarla por ello.

«Denunció ante la Policía y luego mantuvo la versión en el juzgado en dos declaraciones diferentes», lamentó el representante del ministerio público, quien previamente había preguntado a la mujer si estaba admitiendo que había mentido por miedo al acusado o si había sufrido amenazas. Ella lo negó y trató de relacionar su actitud a la situación de «nervios» que sufrió aquella noche cuando se «acostó de manera consentida» con el ahora acusado en el piso del anciano al que estaba cuidando. «No me forzó a hacer nada, sí hubo luego una discusión porque él me pidió el teléfono móvil y no se lo dejé, nos pegamos mutuamente», añadió la mujer.

El fiscal Hedo también le preguntó por el episodio del cuchillo, puesto que ella explicó que le amenazó con él y que incluso rajó el colchón de la cama. Un hecho que la denunciante también quiso restarle importancia, aunque reconoció que pasó pero que «fue porque iba muy bebido».

Una cuestión a la que la acusación pública trató de agarrarse para mantener la acusación por un delito de amenazas y otro de lesiones leves por las que solicitó casi tres meses de privación de libertad para F. A.

El encausado, por su parte, negó todo, salvo lo del cuchillo que aseguró «no acordarse de nada». Insistió, a preguntas de su abogado defensor, Juan Carlos Macarrón, que el sexo fue consentido y que hubo una discusión por una cuestión de celos «porque ella no quería darme su móvil». Ambos eran pareja en el momento en el que ocurrieron estos hechos, si bien ahora, según declararon, no tienen contacto alguno. El procesado estuvo en prisión provisional un mes.