Seis años costó a los vecinos y a la Junta Municipal de Santa Isabel convencer al Ayuntamiento de Zaragoza para que derribase un muro situado en la calle Víctor Balaguer que impedía la salida de los conductores a la avenida principal del barrio y les obligaba a hacerlo a través de una curva peligrosa. Ahora, dos meses después, el consistorio puede que tenga que restituirlo ya que un particular se ha declarado propietario de la citada vía y ha demandado a Urbanismo por derribarlo.

"Una mañana de mayo me llama mi hijo y me dice unos albañiles montados en una furgoneta y escoltados por la Policía Local han llegado a nuestro andador para echar abajo la pared por orden del ayuntamiento. Me quedé de piedra porque en casa no habíamos recibido ninguna notificación municipal", recuerda Angel Franco, el propietario.

Indignado con la actuación, se puso en manos de su abogado quien rápidamente instó al consistorio zaragozano a restituir el muro. Transcurrido el plazo legal correspondiente y al ver que no se obtenía ningún resultado, el afectado no lo dudó y presentó en junio una demanda en la sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) contra la Gerencia de Urbanismo.

Hace una semana, se dirigió además al Juzgado de Instrucción de Zaragoza para completar la reclamación con una querella criminal contra dos funcionarios de Urbanismo, autores del informe de demolición. "En el expediente decían que el terreno era de titularidad municipal y de eso nada. Tenemos todos los papeles en regla y no hay mas que mirar un plano", asegura el afectado.

Según explica, lo que le ha molestado han sido las formas. "Hace tres años me puse a disposición del ayuntamiento y les dije que les cedía la calle a cambio de que la urbanizasen en condiciones, pero lo rechazaron por falta de dinero", dice Angel Franco. "Después de haberlo derribado a la brava y sin previo aviso, nada de nada. Tendrán que volver a levantar el muro y si quieren echarlo abajo de nuevo iremos a un proceso de expropiación. El ayuntamiento no puede abusar así de la buena fe de los ciudadanos", sentencia. Reclama además una indemnización de 90 euros mensuales hasta que sea restituida la pared.

Lo que más le molesta es que ahora la calle se le ha llenado de "extraños": "Hace unos días tuve que irme en taxi al centro porque habían aparcado frente a mi garaje y no podía sacar el mío".

Fuentes de la Gerencia de Urbanismo apuntaron que se realizará una comprobación oportuna de la titularidad de los terrenos.