La negociación del Pacto por la Sanidad en la mesa sectorial empezó ayer con mal pie. El primer encuentro entre Administración y sindicatos acabó con una negativa del Cemsatse a la práctica totalidad de lo expuesto y con la opinión en contra de UGT hacia el Decreto de Ordenación y Regulación del Sector, cuyo debate formaba parte del orden del día.

Durante el encuentro, se elaboró un calendario de reuniones y la Administración también expuso las líneas maestras de lo que son sus propuestas para los próximos años en materia de regulación profesional. Lo hizo ante los cuatro sindicatos mayoritarios (Cemsatse, UGT, CCOO y CSIF), que representan a 17.000 trabajadores.

Tanto en lo que se refiere a estos temas como en lo relativo al desarrollo de la carrera profesional (que se tratará en próximas reuniones) y el decreto del sector, el Salud anunció ayer su propuesta de cerrar primero los acuerdos y dejar la dotación económica de los mismos "para una segunda fase".

Según el director gerente del Salud, Antonio Brun, el borrador de líneas maestras que presenta la Administración busca "una mejora sustancial del servicio con un incremento de la actividad ordinaria de los centros". Entre los puntos propuestos por la DGA están la pretensión institucional de implantar las consultas de alta resolución, la extensión de los programas de cirugía ambulatoria o la atención a los pacientes crónicos dependientes.

Cemsaste ya advirtió, esta misma semana, que no negociaría "sin una propuesta económica sobre la mesa", cuando precisamente el Salud quiere financiar tras cerrar el acuerdo. Pero ese no fue el único punto de desencuentro. Al final de la reunión, Cemsatse aseguró que no firmaría ningún acuerdo hasta que se cumpla todo lo pendiente del Pacto por la Sanidad y se solucione el problema de la dedicación exclusiva.

Sobre el decreto del sector que se expuso ayer (y que tiene como objeto dotar de órganos a los nuevos sectores sanitarios creados hace dos años) el sindicato explicó a Efe que delega en cada gerencia la organización de horarios, turnos y guardias, "sin coherencia con el resto del Salud", abre la puerta a la "externalización de servicios" y rebaja el estatus de la enfermería, entre otras cosas.

También el representante de UGT Aragón, José Miguel Salas, mostró su desacuerdo con este decreto por "incompleto" y "sustancialmente mejorable" sobre todo en aquellos aspectos de la representación sindical que vienen dictados por normas básicas como la ley orgánica de representación y la de libertad sindical.

"El decreto de sectores sanitarios contradice esas dos leyes", dijo Salas, quien agregó que además les gustaría que en la comisión mixta hospitalaria se diese cabida, no sólo a los facultativos, sino también al resto de los profesionales sanitarios como enfermeras y otras categorías.

En próximas reuniones el Salud aún tendrá que negociar también la carrera profesional para el que propone un modelo según el cual los facultativos tardarían 30 años en llegar al máximo nivel. Todos los sindicatos pusieron pegas al último borrador presentado.