-Tanto el presidente Lambán como la consejera Mayte Pérez han dejado claro que Aragón apuesta por el metro de distancia entre alumnos en la vuelta a las aulas, en lugar de los 1,5 metros que ordena el ministerio, ¿con qué variante trabajan en Educación?

-Estamos trabajando con el decreto ley de la semana pasada, que contempla 1,5 metros y, cuando no se pueda, observar otras medidas higiénicas. Entendemos que podría haberse marcado otro criterio, y la OMS dice que un metro es adecuado, como también lo ven los padres, si se garantiza la seguridad sanitaria. Yo digo siempre que hay que gestionar el curso con la mayor normalidad, con la presencialidad para todos y con las máximas garantías. Trabajamos para garantizar la seguridad del profesorado, pero también para que a todos los alumnos se les garantice la presencialidad. Otras alternativas, como alternar esto con las clases telemáticas, las vemos inviables desde el punto de vista educativo.

-¿Entonces Aragón se va a adherir al programa de compra de material tecnológico del ministerio? Si va a ser presencial, no parece tan necesario...

-Sí, por supuesto que participaremos, valoramos muy positivamente el programa de cooperación en digitalización y el de refuerzo educativo, más necesario todavía. Nosotros planeamos la organización para la presencia de todos, pero evidentemente planteamos alternativas. Todo hace prever que se darán las circunstancias para volver al aula en septiembre con normalidad, pero debemos prever posibles casos de contagios y rebrotes, y los planes de contingencia contemplarán desde el aislamiento de una clase hasta un centro, incluso una vuelta al confinamiento de todos, que esperemos que no se produzca. Y por tanto hay que aprovechar la experiencia que nos ha dado este periodo para dotar a todas las aulas de los medios digitales. Además, con el nuevo equipamiento se mejora la calidad de la enseñanza.

-¿En qué medidas de control se está trabajando, dado que la responsabilidad es autonómica?

-Estamos trabajando, sobre todo en Infantil y en los primeros cursos de Primaria, con grupos familia o grupos burbuja, las clases en los centros no tendrán relación con otros. Es muy difícil garantizar que un niño de tres años guarde la distancia de 1,5 metros todo el día, y no se puede responsabilizar a ningún profesor de este control constante, por lo que, si hay algún contagio, se pueden tomar medidas solo con ese grupo. Si hubiera un caso de un alumno o un familiar se aislaría 14 días, y si hubiera más casos en el grupo, se aislaría todo. Nosotros trabajamos con el decreto ley, que marca los 1,5 metros pero también que, si no se pueden mantener, se adopten otras medidas higiénicas, fundamentalmente mascarillas. En los citados cursos trabajamos con grupos familia, y en muchos centros tenemos aulas de 60 metros que son perfectamente compatibles con la distancia. En los de Secundaria en los que no se pueda, se tendrá que usar la mascarilla. Es preferible que la asistencia presencial intermitente, que vemos inviable desde el punto de vista educativo y de seguimiento del alumno. Otra opción serían los turnos, pero en Infantil y Primaria conllevaría reducción horaria, y es inviable desde el punto de vista de la conciliación.

-¿Entonces no habrá que ampliar espacios, habilitar barracones o contratar más profesorado?

-Lo que haremos es ampliar espacios allí donde sea posible para garantizar la distancia y no tener que usar la mascarilla. Por ejemplo en centros donde hay bibliotecas en pasillos que se pueden utilizar como aula. No descartamos en algún caso recurrir a aulas prefabricadas. En función de los grupos que se desdoblen se contratará profesorado, pero lo que no vamos a hacer es desdoblar todos los grupos y establecer ratios imposibles de cumplir. En este aspecto nunca hablamos de ratio sino de distancia, y en este proceso, salvo en la zona 8 (zona sur de Zaragoza, como Valdespartera y Arcosur), estamos en 20/22 alumnos. En estas zonas, y en algunas de Huesca y Teruel, sí que habrá que desdoblar aulas, pero ya llevamos cinco años reduciendo ratios y estos alumnos ya están en cuarto de Primaria.

-¿Están planeando la vuelta con los sindicatos, ya que algunos consideran que les falta información?

-No solo estamos preparando con ellos el plan de contingencia, sino el plan de refuerzo para la estrategia de contenidos de este último trimestre, y el de refuerzo socioemocional, además de las medidas de coordinación y formación, por ejemplo en el plan digital. Entre junio y julio, y luego en septiembre, se darán los cursos. Y de todo esto está informando la directora general, también en la mesa sectorial y en el consejo escolar. Respeto que consideren que les falta información, pero solo tienen que pedirla. Yo nunca me había reunido tanto como en estos meses, también con las federaciones de asociaciones de padres de la pública y la concertada.

-Usted ha reiterado que hay que dar certezas a las familias de cara a la vuelta a las aulas, pero desde el ministerio se habló de turnos presenciales, luego se cambió, ahora está la polémica de la distancia apropiada... ¿No cree que esto genera inseguridades?

-Como consejero he intentado dar certezas, y puedo responder por lo que yo he dicho. Se tomaron decisiones para no incorporar a los alumnos para tres semanas este curso, descartamos los turnos presenciales e intentamos dar mensajes claros. Los consejeros somos los que tenemos las competencias y conocemos la realidad de los territorios. Pero he de decir que el ministerio nos escucha y nos traslada empatía, aunque casi no tenga competencias en gestión. El documento de 14 medidas que se presentó lo apoyamos, y nos permitieron plantear sugerencias, y creo que es legítimo contrastar medidas como los 1,5 metros con lo que dice la OMS.

-¿Ya sabe cuánto le toca a Aragón de los 2.000 millones del Estado, será suficiente para pagar la factura del profesorado?

-Eso es competencia del consejero de Hacienda, pero la factura no será de personal, será más importante, por ejemplo, la de transporte y comedor.

-Ya que lo menciona, ¿ya está claro cómo se organizarán?

-También con la mayor normalidad posible y presencialidad, tomando medidas para minimizar el contacto. Por ejemplo, en el transporte habrá que incluir la mascarilla obligatoria -para los de Infantil, hay monitores que pueden controlarlo-, porque doblar autobuses, por ejemplo, supondría no garantizar la escolarización, porque es difícil que, por ejemplo en el ámbito rural, haya capacidad para hacerlo. En los comedores se replicará el modelo de clases burbuja, deberán organizarse por grupos. Si no es posible, habrá que habilitar otros espacios y como última alternativa, comer en el aula.

-¿Ya han empezado con el plan de evaluación emocional, han observado algún efecto del confinamiento?

-En el plan de análisis emocional para la comunidad educativa, también profesores y familias, lo importante es el día a día de la clase, que nos preocupemos de cómo estamos todos en la vuelta. Aunque la formación ya comenzará en junio, creo que con unos 200 profesores. Desde el primer día dije que sería bueno desde el punto de vista socioemocional que los alumnos volvieran al menos una semana a clase este curso, pero era más un deseo que una realidad, y no ha sido así.

-¿Se van a retomar las obras pendientes en colegios?

-Una de las consecuencias del estado de alarma fue la suspensión de todos los plazos, y así como teníamos en marcha siete centros por valor de más de 20 millones, las obras ya se han retomado. Algunos estaban paralizados, el 4 de junio reactivamos los trámites y en unos días se procederá a la licitación.

-¿Cómo se han determinado los criterios para la nueva normalidad en la cultura y el deporte?

-Tuvimos que ponderar la protección de la salud y la incidencia en empresas y clubes. Cada limitación de aforo ha de estar muy bien medida, pero lo primero es la salud, en todos los ámbitos. Lo importantes es el trabajo para recuperar el consumo cultural y la actividad deportiva, que después de tres meses cuesta. No queremos que esta nueva normalidad sea, digamos, más depresiva que la de antes. Y yo soy optimista, veo a mucha gente practicando deporte.

-¿En su caso ha tenido que recortar alguna partida de su consejería para la reforma del presupuesto tras la pandemia?

-La reforma garantiza todo lo previsto en cuanto a becas de comedor, infraestructuras, gestión económica y personal. No se va a poner en riesgo ningún servicio de los que ahora se ofrecen.