El nuevo Tubo, un gran edificio comercial, de oficinas y viviendas con un párking de 299 plazas, abrirá por fin sus puertas el 26 de noviembre después de quince años de espera, pero en su inauguración persistirá la polémica que ha acompañado al proyecto desde que se gestó. La céntrica manzana limitada por la plaza de España y las calles Mártires y Cuatro de Agosto ha cambiado su imagen de antiguo conglomerado de ruinas por la de un edificio contemporáneo que utiliza nuevas tecnologías en el interior de su centro comercial y que alberga viviendas de 6.000 euros (un millón de pesetas) el metro cuadrado.

Pero frente a las novedades que ofrece el edificio y a la expectación que causa su apertura, el acceso a su estacionamiento, construido finalmente en plaza de España, provoca críticas y dudas; su puesta en marcha causará la reordenación y supresión de paradas de autobús y de pasos de peatones, además de un posible cambio de sentido en la circulación de la calle Don Jaime y del recorte de aceras en distintos puntos de plaza de España.

EN ESPERA Por el momento, el ayuntamiento esperará a que se produzca la apertura del centro Puerta Cinegia y observará durante dos o tres meses el comportamiento del tráfico. Si se producen los problemas previstos, como el bloqueo de Don Jaime por la fila de coches que quieran entrar en el estacionamiento, se pondrán en marcha algunas de las medidas barajadas por los servicios municipales, algunos sindicatos y colectivos de conductores de autobús o taxistas.

Según el responsable municipal de Tráfico, Jesús Sarría, lo que está asegurado es el recorte de las aceras en la plaza de España. Además de aliviar la circulación en los accesos del aparcamiento, terminará con los problemas de giro que sufren los autobuses urbanos desde que se remodelaron el paseo de la Independencia y la plaza hace casi dos años.

La idea de la reforma incidía en reducir el espacio para la circulación de vehículos y facilitar la vida al peatón, pero esta filosofía, aseguran los técnicos municipales de Tráfico, está poco menos que olvidada. Ahora, los coches reclaman su sitio y dificultan el paso de los más de 300 autobuses por hora que ruedan por la plaza de España.

El estreno del párking del Tubo es la excusa perfecta para retocar aceras, semáforos, paradas de bus y pasos de peatones y restar agobios al tráfico, pero Sarría insiste en evaluar antes los efectos reales del uso del aparcamiento. "Es posible que cause problemas, pero hay que contar con la autorregulación del tráfico. El estacionamiento de El Corte Inglés de Independencia también parecía un peligro y al final resulta que apenas se utiliza", dice el edil.

ESTUDIOS Por si acaso, el consistorio ya ha solicitado informes económicos sobre las posibles obras a realizar y tiene el resultado: un mínimo de 208.000 euros. De esta cantidad, prácticamente la mitad se destinará a la ya citada reducción de la superficie de las aceras.

El párking, en pruebas desde hace algunas semanas, está ya a punto para ser utilizado y el pasado 2 de noviembre se solicitó a Urbanismo su definitiva licencia de puesta en funcionamiento. Todo el complejo cuenta con permiso municipal de actividad desde el mes de junio y ahora mismo están en trámite siete licencias de otros tantos establecimientos que van a instalarse en el centro.

La primera inauguración prevista en el Pilar no pudo ser, pero desde las pasadas fiestas la nueva fachada diseñada por Daniel Olano y la antigua del banco Vitalicio, rehabilitada e integrada en el conjunto, están a la vista de todos los ciudadanos.

A finales de noviembre, la fecha de apertura que parece definitiva, los zaragozanos podrán conocer el interior del centro Puerta Cinegia, un complejo de varias plantas con dos plazas interiores, 7.000 metros comerciales de tiendas y establecimientos hosteleros y 3.200 metros cuadrados de espacio público por el que según los cálculos de la empresa pasarán unas 70.000 personas al día cuando el edificio se encuentre a pleno rendimiento.