No hay detalle alguno del proyecto, así que es una incógnita en forma y dimensiones el nuevo hospital privado de Zaragoza, que este martes por la mañana ha quedado definitivamente aprobado tras los acuerdos de Gobierno. «No será un pequeño espacio hospitalario», intuye Víctor Serrano, concejal de Urbanismo, que entiende que no será solo cuestión de habitaciones o camas, «sino de espacios dedicados a la investigación, etcétera». Eso piensa el edil, pero tendrá que esperar en torno a tres meses para tener un conocimiento más preciso de las intenciones del Grupo Quirón, que será el que abone los 16,2 millones (más IVA) por la parcela situada en la prolongación de Gómez Laguna.

Serrano ha explicado que han sido subsanadas en el registro de la propiedad las cuestiones relativas a la titularidad de alguno de estos suelos, así que desde que se produzca la firma de la escritura, Quirón tendrá tres meses de plazo para presentar el proyecto, además de otros seis para la adjudicación, con lo que, «en condiciones normales», las obras, que tendrán un plazo de ejecución de aproximadamente dos años, deberían comenzar este año. «Desde que se rubrique la escritura, hay un compromiso de hacer el ingreso en un pago único de 16.205.000 euros, una cantidad que es muy importante para la ciudad en este momento. No es solo un ingreso directo, sino que derivará en la creación de empleo», ha señalado el responsable de Urbanismo.

El edil ha añadido que los 16 millones de euros supondrán un «cierto alivio» para las arcas municipales, además de atracción de talento y una «oportunidad» para Zaragoza. En principio, este proyecto prevé una inversión de 100 millones de euros en su construcción, con la generación de cien puestos de trabajo y la creación de 1.000 puestos de trabajo cuando el hospital esté operativo.

Quirón llevaba un tiempo intentando hacerse con suelo en Zaragoza para aumentar su red hospitalaria, algo que puso alerta a los grupos municipales de la izquierda desde el primer día. Tanto ZeC como Podemos denunciaron que la recalificación que precedió a la venta de la parcela no era sino un movimiento para favorecer los intereses de este grupo sanitario. La bautizaron como 'Operación Quirón' seguros desde un principio de que no había cinco sociedades detrás de la adquisición de esos suelos. Y aunque Serrano subrayó que la licitación se llevó a cabo mediante un concurso público y de forma transparente, el hecho de que solo Quirón se presentase enfadó a estos grupos.

El grupo Quirón tiene en Zaragoza dos hospitales: uno de día en la Floresta, en Gómez Laguna (muy cerca de donde se levantará el nuevo); y otro en el paseo Mariano Renovales, que dispone de cien camas de hospitalización convencional, ocho ucis y siete quirófanos. La previsión inicial es que el nuevo recinto ocupe una parcela de más de 20.000 metros cuadrados y disponga de 500 camas.

Desde Podemos alertaron de que detrás de la operación está la intención del grupo de recalificar el suelo de Renovales para construir «viviendas de lujo», algo que Víctor Serrano ha negado repetidamente: «El tiempo lo demostrará».

El pasado en el PP, la afiliación reciente a Cs y su futuro

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, ha aprovechado su comparecencia para aclarar en su comparecencia que su reciente afiliación a Ciudadanos, un año y medio después de ser elegido concejal como independiente en las listas de la formación naranja, no significa que esté buscando ser candidato en las elecciones del 2023. El concejal hizo un símil con las «parejas estables no casadas» que, después de «un largo periodo de amor», deciden casarse. Como el edil con Cs, partido que considera un proyecto «fundamental» para España y Aragón en un momento en el que la sociedad está cada vez más «polarizada» y «radicalizada».

«Cs es un proyecto de partido en el que no hay dos Españas», sino que cabe «una tercera» que, además, es útil tanto en las instituciones que gobierna, caso del Ayuntamiento de Zaragoza, como en las que no lo hace, como sucede en los ejecutivos central o autonómico. «Soy el último en llegar», ha recalcado Serrano, quien asegura estar a disposición de sus compañeros y ha admitido que, en su época universitaria, militó en las Nuevas Generaciones del PP porque creía en la figura de José Atarés, pero que lo abandonó en el momento en que el exalcalde dejó de tener responsabilidades internas.