Escuchar el sonido de la hembra de búho real acercándose al canto del macho; el ruido de una carretilla que descarga restos cárnicos acompañados por el aleteo de los quebrantahuesos; el cante del avetoro en la laguna de Sariñena; la vida en los cañones de Guara o la tranquilidad en la estepa aragonesa. El silbido del cierzo es un completo recorrido por la naturaleza aragonesa a través de 300 páginas ilustradas con 400 fotografías y doce dibujos, acompañadas de un CD que reproduce la imagen sonora y que permite, como puede leerse en el subtítulo del libro, Oír, ver y sentir la Natura de Aragón .

Coordinado por el agente de protección de la naturaleza David Gómez Samitier, en el volumen, presentado ayer, se incluyen las vivencias e historias de 83 personas. "Desde cazadores y pescadores a montañeros, botánicos y forestales. Distintos hombres de campo que añaden sentimientos, vivencias y pasiones por lugares y especies" que sólo ellos conocen, reconoce David Gómez, que ha trabajado cinco años en el proyecto.

"Esto es convertir un sueño en realidad", admite de El silbido del cierzo , editado por Prames, con la colaboración de DGA, CAI y Endesa. Una publicación de venta en librerías que es la primera que aparece con la marca Natural de Aragón, la nueva seña de identidad aragonesa.

El CD, "lleno de sonidos limpios y sin interferencias de ruidos humanos o de carreteras", ha sido grabado por Eloísa Matheu. Y junto a las fotografías, sumamente cuidadas, y los textos conforman un elemento excepcional para el conocimiento de la naturaleza. Escucharlo es "cargarse de sensaciones y experiencias únicas", aseguró en la presentación el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, que estuvo acompañado por el director adjunto de la CAI, Antonio Hernández.