La okupación de dos viviendas propiedad de un banco, que estaba generando problemas de convivencia y vandalismo en pleno Casco Histórico de Zaragoza, ha finalizado. Tras negociar con la propiedad, los inquilinos ilegales han abandonado esta mañana por su propia voluntad los pisos del edificio situado en el número 2 de la calle Gil Berges, que comparte comunidad de propietarios con otros tres portales (en Candalija, 7 y 9 y en Fuenclara, 3). La situación, que fue denunciada por EL PERIÓDICO el pasado martes, era tal que varios residentes se han visto obligados a abandonar sus casas por miedo.

El BBVA, a través de la sociedad inmobiliaria Divarian -participada también por el fondo Cerberus-, tiene la titularidad de los dos pisos que estaban okupados, así como de otra veintena de viviendas de dicha finca. Su comercialización, gestionada por BNP Paribas, precisamente se había relanzado en los últimos meses. Los okupas entraron el fin de semana del 22 al 23 de junio. Los vecinos sospechan que lo hicieron de forma premeditada porque accedieron al portal con llave.

Los residentes del entorno aseguraron que el perfil de los protagonistas de esta usurpación de bienes inmuebles era conflictivo y no respondía al de personas con necesidades de habitabilidad o falta de recursos económicos. Como prueba de ello, aludían a los destrozos ocasionados en las zonas comunes de la propiedad, como puertas rotas, paredes pateadas y graves desperfectos en el ascensor. Sospechaban además que se dedicaban al trapicheo de drogas, entre otras fechorías.

Desde que se produjo la okupación se han vivido momentos de tensión e intimidación, haciendo insostenible la convivencia con los propietarios legales de los pisos. La situación de inseguridad y los problemas de convivencia fozaron a varios vecinos a hacer las maletas y realojarse en otros sitios.

Tras avisar al banco de la okupación, un «equipo de desalojo» (seguridad privada y Policía Nacional) intentó sin éxito que los okupas abandonaran las viviendas, algo a los que sí han accedido finalmente esta semana tras la denuncia sobre esta situación hecha pública por este diario en la edición de papel del pasado martes.