La oenegé Proactiva Open Arms tendrá capacidad de realizar el cribado de unos 1.500 temporeros en el programa piloto que desarrollará en la próxima campaña agrícola en la zona de Calatayud, en colaboración con el Gobierno de Aragón. Una iniciativa que terminará de perfilarse la semana que viene y se pondrá en marcha la primera de septiembre, según explicó Laura Lanuza, directora de comunicación de la entidad.

La entidad sin ánimo de lucro ha sido la elegida por la DGA para colaborar en esta experiencia, que según aclaró Lanuza se desarrollará por convenio, no por contrato. Sus representantes se reunieron este viernes con los de Sanidad, Agricultura y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, además de con uno de la comarca de Calatayud, donde se desarrollará la experiencia. El operativo se fijará la semana que viene, pero la idea es formar dos equipos móviles que se desplacen por las explotaciones agrícolas ofreciendo realizar los PCR a aquellos temporeros y empresarios que lo deseen.

VOLUNTARIO Y GRATUITO

Lanuza quiso tranquilizar a los agricultores sobre el carácter de la iniciativa, que será de carácter voluntario y gratuito. Tras una reunión que se celebró este jueves entre la DGA y alcaldes de la zona se extendió la idea de que sería obligatoria, lo que despertó recelos y dudas sobre su legalidad. Lo que sí se intensificarán, según apuntaba ya el jueves el Ejecutivo autonómico, serán las inspecciones laborales y sanitarias.

Pero la labor de la oenegé, insistió Lanuza, «no es fiscalizadora, es de protección» de la salud de la población, para lo que se limitan a actuar como «mera extensión de los servicios de salud, sociales y de agricultura», expuso.

Así lo han venido haciendo hasta ahora en diversas zonas de Cataluña, y de hecho la experiencia parece ser una de las principales bazas para su elección. Así, han estado colaborando en el Segrià (la comarca de Lérida), en el polideportivo que habilitó el Ayuntamiento de Torres de Segre y la comarca para los temporeros que fueran asintomáticos o leves. Allí se encargaron de la gestión del centro, acompañando a los temporeros durante 12 horas y encargándose de coordinar los servicios de lavandería, cátering o de la toma de temperatura. En otros tres municipios de la zona se ocuparon de realizar PCR a los temporeros, por petición de los ayuntamientos, y en localidades del área metropolitana de Barcelona llegaron a realizar 3.000 de estas pruebas en cinco días, por lo que consideran que tienen sobrada capacidad para abordar este programa, que como mucho tendrá la mitad de potenciales usuarios.

Lo que caracterizará esta iniciativa aragonesa y la hace «innovadora» es que es «preventiva». La oenegé por primera vez no actuará en zonas ya muy afectadas por la pandemia, sino en Calatayud, que hasta el momento ha salido bastante indemne de estos rebrotes, por lo que confían en que contribuya precisamente a evitar que estos estallen. Si la iniciativa funciona, la colaboración de la entidad con el Ejecutivo autonómico podría extenderse a otras zonas en futuras campañas de recolección.

PRÓXIMAS REUNIONES Y ALGUNOS RECELOS

El Gobierno de Aragón continuará la semana que viene con los contactos para explicar el plan piloto de cribado y el desarrollo de la próxima campaña agrícola (la recogida de pera y manzana, fundamentalmente) a los implicados, fundamentalmente a los sindicatos agrarios, los empresarios y los alcaldes.

Con estos ya mantuvo una reunión este jueves, pero apenas fueron seis, y los consejeros de Agricultura, Joaquín Olona, y Sanidad, Sira Repollés, encontraron más resistencia de la prevista por algunas medidas como el aislamiento de toda una cuadrilla entera por un positivo, en lugar de los contactos estrechos.

Los sindicatos esperarán a valorar el plan hasta conocerlo en detalle de primera mano. Por el momento, el responsable del sector de fruta en UAGA, Óscar Moret, se congratulaba de que se confirme que el cribado vaya a ser voluntario, ya que anteayer se apuntaba, al parecer por una confusión con las inspecciones, que iba a ser una medida obligatoria.

Sin embargo, otras entidades como Araga seguían manteniendo sus recelos respecto a la elección de Open Arms para llevar a cabo el programa. Su presidente, Jorge Valero, entiende que otras oenegés con mayor implantación en la comunidad y en la zona, como Cruz Roja o Cáritas, podrían llevar a cabo la iniciativa con igual eficacia y mayor dominio del terreno.