El informe de la Cámara de Cuentas que certifica que el Gobierno de Aragón asignó al menos 211 millones de euros durante el ejercicio del 2017 sin los controles suficientes ha provocado el hartazgo entre las formaciones políticas que en ese momento se encontraban en la oposición. Por eso reclaman «cambios significativos» en la legislatura que está a punto de empezar para evitar «nuevos desfases», según afirmó el presidente del PP, Luis María Beamonte.

«Las conclusiones del informe son suficientemente serias y graves para que el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno dé explicaciones», consideró el dirigente popular sin que esto suponga un perjuicio de las acciones que pueda tener que se puedan llevar adelante «en defensa de la legalidad» desde el propio PP. «Las reglas de juego están para cumplirlas y hacer caso a las recomendaciones de la Cámara de Cuentas evitaría sorpresas como encontrar una situación presupuestaria terriblemente preocupante después de que se pintara un escenario idílico», expresó.

Para Beamonte, la situación requiere la adopción de medidas y acuerdos para que haya un mayor control y evitar la situación de debilidad económica en la que está Aragón. Una posición compartida con el candidato de Ciudadanos, Daniel Pérez Calvo. «No se puede trabajar de forma chapucera con el dinero de todos los contribuyentes», aseguró.

El representante de la formación naranja se mostró rotundo a la hora de valorar la gestión de los socialistas. «El informe evidencia una falta de control en la gestión del Gobierno de Javier Lambán hasta el punto de que si el Ejecutivo fuera una empresa privada, su presidente, probablemente, habría sido cesado o habría tenido que presentar la dimisión», indicó.

En una línea mucho más dura se expresó el portavoz de Vox en las Cortes, David Arranz. «Todo esto apunta a un gobierno deficiente, a un fallo en los mecanismos de control, y a un evidente incumplimiento presupuestario que supone el endeudamiento de la comunidad, achacándolo entre otras razones a una compra de voluntades», expresó.

«Mejorar la gestión» / El presidente del PAR, Arturo Aliaga, pidió corregir las desviaciones mostradas por el informe «para mejorar la gestión». Y la portavoz de Podemos, Maru Díaz, criticó que cuadra «bastante mal esta falta reconocida de recursos con promover bajadas populistas de impuestos». Por eso señaló que durante la pasada legislatura ya intentaron que áreas como la Sanidad se dotaran de forma correcta. «Siempre fuimos conscientes desde Podemos de que los presupuestos de Gimeno infradotaban intencionadamente las partidas», dijo.

Por su parte, el portavoz parlamentario de Izquierda Unida en las Cortes de Aragón, Álvaro Sanz indicó que el informe supone un «duro golpe» al actual modelo sanitario aragonés y a sus gestores y que desvela algunas cuestiones que IU siempre ha denunciado «como la improvisación en la política de compras, la falta de planificación y mala gestión, el abuso de las horas extraordinarias por carencias de personal y la excesiva medicalización del sistema, entre otras».