Preocupación, intranquilidad y, sobre todo, mucha indignación. Esos son los sentimientos que presiden ahora el estado de ánimo de los padres de alumnos escolarizados en la escuela concertada o que pretenden hacerlo a partir de septiembre. De hecho, desde algunas asociaciones de padres ya comienza a llamarse a la movilización. Es el caso de las familias de niños inscritos en el centro Virgen de Guadalupe, concertado hace cuatro años por el anterior Ejecutivo para el segundo ciclo de Infantil -de 3 a 6 años- y que podría perder ese concierto, según los datos que maneja el sindicato FSIE, lo que ha provocado la indignación de los padres.

«Llamamos a la movilización y acudiremos a los tribunales a título individual si todo esto se acaba confirmando», asegura Susana Aliaga, presidenta de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del centro católico, dirigido por las Religiosas de la Congregación de las Hijas de la Pasión de Jesucristo y María Dolorosa, en funcionamiento en Zaragoza desde 1966.

LOS SEÑALADOS // Las familias, que aseguran sentirse «indignadas», todavía confían en no acabar siendo «monedas de cambio» del acuerdo entre PSOE y Podemos para acordar los presupuestos -el pacto incluye la no renovación de hasta 28 aulas concertadas-. De momento, la Administración habría trasladado a la concertada su intención de ejecutar esta medida sobre nueve -en Cristo Rey, La Anunciata, Jesuitas, Teresianas del Pilar, Santa María del Pilar, Virgen de Guadalupe, Santo Domingo de Silos, Sagrado Corazón de Jesús y San Gabriel (Zuera)-. «Se otorga nula viabilidad al colegio Virgen de Guadalupe, ya que la propuesta del Gobierno autonómico representa la supresión de la única vía de que dispone este centro, cercenando cualquier expectativa de oferta educativa y poniendo en peligro el futuro del centro», advirtió la presidenta de la asociación de padres.

Las familias apelan a que el colegio cuenta con demanda suficiente. «El concierto fue la solución ofrecida por el propio Ejecutivo a muchas familias y el centro ha cubierto y cubre las necesidades educativas especiales de sus alumnos. Ahora, cuatro años después, se cierra esta misma vía, decisión a todas luces incoherente», apuntó la portavoz de los padres.

«GANAR LA CALLE» // Las once familias que resultarían afectadas por la no renovación del concierto aseguran sentirse «indefensas» porque «los hermanos pequeños de otros alumnos no podrían cursar en septiembre 1º de Infantil en el mismo colegio de sus hermanos, en caso de llevarse a cabo la no concesión del concierto. Y eso serían solo los afectados en el próximo año. Hay otros tantos hermanos que entrarían en el colegio el año siguiente. Y esas familias difícilmente podrán acceder a la reagrupación familiar en otros centros, en una zona como esta», sostiene el AMPA, que subraya su intención de «ganar la calle con nuestra voz, desde la tolerancia y el respeto, para garantizar nuestro derecho constitucional» y hace un «llamamiento apolítico» destinado a «todo aquel que se sienta afectado por esta iniciativa para que una sus voces de protesta a las nuestras».

Además, impugnarán judicialmente «cualquier disposición que condene al proyecto educativo de nuestro centro al cierre».