El piloto y otro de los militares que continuaban ingresados tras el accidente de un avión en el aeródromo de Santa Cilia, durante el ejercicio combinado de la Unidad Militar de Emergencias (UME) Aragón 2019, recibieron ayer el alta médica y solo queda un ingresado, pendiente de una operado del brazo. Inicialmente resultaron lesionados nueve miembros de las Fuerzas Armadas.

El siniestro ocurrió a las 11.30 horas cuando un avión T-21 del Ejército del Aire se salió de la pista al intentar tomar tierra. Del total de heridos, el piloto fue el que peor cuadro médico presentó, ya que sufrió un traumatismo craneal. Fue trasladado primero al hospital de Jaca y por la tarde al Miguel Servet de Zaragoza para hacerle estudios neurológicos. El jefe de la UME, el teniente general Miguel Alcañiz, reconoció ayer que se pensó que había sufrido rotura de una vértebra.

Alcañiz hizo estas declaraciones en el Palacio de Congresos de Jaca, a donde el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se trasladó para conocer in situ el desarrollo del simulacro de y la clausura del ejercicio combinado, que ha reunido a más de 3.500 efectivos militares y civiles en la Jacetania y el Alto Gállego.

Paralelamente, una comisión de investigación del Ejército del Aire y de la Guardia Civil están investigando las causas que rodean este accidente aéreo. Desde el Ejército del Aire señalaron que «cuando se entrena aeroevacuaciones en pistas cortas, con mala meteorología (nubes bajas) y rodeadas de montañas se corren riesgos».