Los trabajadores de Avanza Zaragoza, empresa que gestiona el bus urbano en la capital aragonesa, irán de nuevo a la huelga. Tras varios meses de tregua en el servicio, el comité ha decidido convocar paros parciales de cuatro horas diarias durante los días 13, 15, 20 y 22 de marzo que podría proseguir si no se alcanza algún acuerdo que ponga fin a todos los «incumplimientos» que se están produciendo sobre lo pactado con el personal y con el servicio de Movilidad, al que acusan de su inacción frente a los «despidos» que se están produciendo y las «graves afecciones al servicio».

Así lo aseguró el portavoz del Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT), Javier Anadón, quien aseguró contar con el resto de la representación en el comité de empresa. Afirmó que se ha logrado consensuar un calendario de protestas que comenzará el próximo día 1 de marzo, cuando han decidido empezar a «trabajar a reglamento» y «no realizar ninguna hora extra». Aunque esto último puede acarrear molestias en la prestación del servicio, las afecciones más directas comenzarán el miércoles día 13, que al igual que el 20 sufrirá paros parciales de los conductores desde las 18.00 a las 22.00 horas. Los viernes, el 15 y el 22, se realizarán en horario de 8.00 a 12.00 horas. Y en talleres «en las dos últimas de cada turno».

Además, está previsto realizar una asamblea de trabajadores el día 11 y, a partir de las 19.30 horas se ha convocado una manifestación que partirá desde la plaza Aragón y concluirá a las puertas del servicio de Movilidad en Casa Jiménez. El 12, todos los empleados de Avanza están llamados a votar en referéndum la realización o no de los paros en el servicio. El 15, a las 20.30 horas, otra protesta que partirá desde las cocheras y que desembocará en la avenida Cesáreo Alierta. Y el 21, se analizará el resultado de los paros en un pleno del comité en el que se estudiará dar continuidad o no a la huelga.

Esta vez, la huelga está provocada, explicó Anadón, por «unos tiempos de recorrido y unas frecuencias que no se cumplen» y que, además, se traducen en expedientes sancionadores «desproporcionados».

Ha habido, aseguró, «seis despidos» y exigen que «los contratos parciales se hagan indefinidos». «Nos quieren hacer pagar la mala gestión de la empresa», afirmó Anadón, quien lamentó que el ayuntamiento lleve «tres meses sin reunirnos». Insta a Movilidad a hacer cumplir lo pactado a la empresa concesionaria.