El descenso en los delitos que año tras año --y van once seguidos-- registra Aragón, según los balances de Interior, no está teniendo su reflejo en la población encerrada por cometerlos en la comunidad. En los últimos tres años, los delitos han bajado, con datos actualizados hasta el tercer trimestre, de 37.631 a 30.436. Una reducción del 23%. Sin embargo, la población reclusa se ha quedado en un 11% de bajada, de los 2.468 a 2.204, según datos actualizados de Instituciones Penitenciarias.

Varios factores pueden influir en esta descompensación --la duración de las condenas, los internos de otros territorios, etc.--, pero ilustra la clara descompensación que sigue existiendo en España entre la población penitenciaria y la tasa de criminalidad. De las más altas de Europa la primera y de las más bajas, la segunda.

La reducción de los delitos y faltas no tiene en lo que va de año ni una mácula, según la presentó ayer el delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde. Ni uno solo de los apartados que recogen las estadísticas de Interior experimentó crecimiento, con la sola excepción de los intentos de homicidio y asesinato, que pasaron de seis a once. Los consumados, sin embargo, bajaron de cinco a los dos que se contabilizan este año: el del indigente de Casablanca y el camionero fallecido tras una paliza para robarle, en Plaza.

El propio Alcalde bromeó ante la prensa con el hecho de ser "reiterativo", al volver a felicitar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por su trabajo y advertir, una vez más, que no bajarán la guardia pese al éxito.

Según los últimos datos, comparados con los del año anterior, las infracciones penales han bajado un 5,9%, de 32.345 a 30.436, hasta el pasado mes de septiembre.

En los temas "que preocupan especialmente a la sociedad", como los definió el delegado, los delitos patrimoniales --que afectan a los bienes-- se reducen un 7%. Por primera vez, por el aniversario de los grupos Roca (contra los robos en el campo) de la Guardia Civil, Interior estableció un apartado específico sobre este problema: los robos han bajado un 8%. La violencia doméstica se mantiene (0,2% menos), pero las agresiones sexuales se desploman un 36%.

Por todo ello, la tasa de criminalidad en Aragón --delitos por cada mil habitantes--, es de 30,3 puntos y sigue muy por debajo de la media nacional (44,6). Convierte a la comunidad en la sexta más segura de España, tras Extremadura, Asturias, La Rioja, Galicia y Cantabria.