El vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) --y presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra-- Juan Manuel Fernández visitó ayer Zaragoza para reunirse con el consejero de Justicia de la DGA, Roberto Bermúdez de Castro, y con un buen número de representantes de la judicatura aragonesa, encabezados por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Fernando Zubiri, y el juez decano de Zaragoza, Ángel Dolado.

Sus reuniones, en un "ambiente cordial", según destacó, dejaron "confianza" en que el consejo pueda atender las reivindicaciones de la comunidad, pero pocas seguridades al respecto, según fuentes consultadas.

Las inquietudes que plantearon los jueces --se reunió con un buen número de ellos en la Ciudad de la Justicia-- se centraron en la composición del consejo, por su condicionamiento político. Frente a él, Fernández defendió que la nueva estructura reducida en la comisión permanente es "más ejecutiva" a la hora de tomar decisiones. Pidió también un "margen de confianza" para la nueva estructura y sus componentes.

El vocal oficioso de Aragón --la nueva estructura ha eliminado el cargo formal de los vocales territoriales, pero se reparten las autonomías-- confió asimismo en que los nuevos jueces nombrados en mayo puedan reforzar las jurisdicciones Penal, Social y de Familia en Zaragoza, así como la Sección Primera de la Audiencia provincial. También aseguró que trasladará a la comisión permanente los problemas que la reforma de los partidos judiciales, con el alejamiento de los tribunales de instancia de las poblaciones, traería en un territorio extenso como Aragón.

Fernández ensalzó el "magnífico trabajo" de los jueces aragoneses, que mantienen las ratios de asuntos pendientes por debajo de la media española, y el "esfuerzo inversor" de la DGA, cristalizado en la Ciudad de la Justicia, un edificio "precioso" y "acondicionado" al nuevo modelo de oficina judicial, que no pudo precisar cuándo llegará. También elogió la carrera del todavía presidente Zubiri.