La rehabilitación del palacio de los condes de Argillo ha devuelto al edificio su pasado esplendor, pero no ha gozado de una total aceptación en Morata. El inmueble, del siglo XVII, albergará dependencias municipales en su ala derecha, si bien se han elevado voces que consideran que la inversión, de 1.156.571 euros, debería haberse dedicado a impulsar una residencia para la tercera edad, por considerarla más necesaria.

Así lo considera Antonio Maestro, concejal de IU en el consistorio. "Hace años que andamos detrás de una residencia para personas mayores, que no solo daría un mejor servicio, sino que además crearía puestos de trabajo en una localidad de población envejecida", explica.

El pasado 27 de enero, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que ha corrido a cargo de la renovación, entregó las obras del palacio al ayuntamiento, en cumplimiento del plan de restitución territorial por la construcción del embalse de Mularroya.

Por eso la alcaldesa, Cristina Andrés Ostáriz, considera que la rehabilitación del edificio constituye un éxito de la gestión municipal. "Cuando asumimos el ayuntamiento, se hizo todo lo posible para que fueran otras entidades las que asumieran el coste de la rehabilitación del palacio", subraya.

Andrés afirma que el proyecto estaba ya encima de la mesa hacía tiempo cuando ella accedió a la alcaldía y que, de todas formas, el ayuntamiento antiguo presentaba problemas que hacían necesario el traslado al palacio, que también alberga el juzgado y los servicios sociales.

Además, asegura que una cosa no excluye la otra y que se está trabajando en un proyecto para la residencia de personas mayores, "que se puede hacer realidad".

Pero Maestro no lo ve así. "El nuevo ayuntamiento es un capricho de los dirigentes políticos, no había presión popular para que se hiciera", apunta. "Es el tercer consistorio que se estrena en menos de 75 años", asegura.

"Es una suerte que en tiempos de crisis se puedan hacer rehabilitaciones, se mejore el pueblo y se genere trabajo", replica Cristina Andrés, que recuerda que el palacio es un edificio que está declarado Monumento Nacional desde 1983 y que pertenece a la Consejería de Cultura del Gobierno de Aragón.