Madrid.-- La Policía Nacional ha imputado a varios presos integristas que se encuentran en diferentes cárceles españolas cumpliendo condena por su presunta relación con la célula desarticulada en la operación que se inició ayer y que incluye el arresto de ocho personas en las provincias de Almería, Valencia, Málaga y Madrid.Asimismo, esta mañana la policía ha detenido en Pamplona a un noveno presunto miembro de la célula de integristas islámicos, según ha anunciado el ministro del Interior, José Antonio Alonso. En la operación policial iniciada anoche también ah sido detenido el presunto jefe del grupo, un argelino vinculado al GIA, fue arrestado en Suiza. Este integrista estuvo encarcelado en España por delitos relacionados con la delincuencia común y también habría residido en varios lugares de la geografía nacional, entre ellos Navarra, Levante y Málaga, según fuentes del Ministerio del Interior.Según otras informaciones, el citado presunto terrorista, que suele utilizar identidades falsas como Mohamed Achraf o Mikael Etienne Christian, huyó de España el año pasado y fue detenido en Suiza en septiembre del 2003 a requerimiento de la policía española.Los investigadores intentan determinar la relación entre este detenido y los ocho arrestados en España, aunque se sospecha que el argelino ha sido el reclutador del grupo, según las fuentes. Al parecer, todos los detenidos son argelinos y pudieron entrar en contacto durante sus estancias en la cárcel.Alonso ha confirmado que los detenidos "estaban hablando de atentar contra la Audiencia Nacional o contra un órgano judicial, pero la policía no descarta cualquier otra eventualidad", entre otras cosas, ha añadido, porque cuando se trata de "células radicales" sus objetivos son "abiertos". El ministro ha precisado que en los registros efectuados no se han hallado ni armas ni explosivos.Además, fuentes de la investigación han revelado que a uno de los detenidos, Djamel Merabet, que fue arrestado en Málaga, la Policía le incautó libros para convertirse en mártir, además de correspondencia, resguardos de ingresos bancarios, agendas telefónicas y tarjetas de teléfonos. 500 kilos de explosivosLos presuntos activistas islámicos detenidos preparaban un atentado con un camión cargado con al menos 500 kilos de explosivos, según han informado fuentes de la investigación.Así se deduce de las primeras investigaciones, que apuntan que incluso alguno de los activistas había manifestado que estaba dispuesto a actuar como "mártir". La operación, que sigue abierta, va dirigida contra una red de musulmanes residentes en España que en su mayoría han pasado por distintos centros penitenciarios.