El grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza arremetió ayer contra los partidos de izquierdas del consistorio por mantener la negociación presupuestaria tan congelada como los 70 millones de gasto no obligatorio que, como ya adelantó este diario, conlleva una prórroga cuyo decreto se firmaba ayer con nueve días de retraso. La concejala conservadora María Navarro fue especialmente dura con el PSOE al que acusó de usar de «excusa» el veto que el Ministerio de Hacienda mantiene sobre el consistorio y que le impide captar nuevos créditos bancarios en el 2019 y le urgió a «presionar» en Madrid a quienes son sus compañeros de partido.

El cómputo de si hay que computar 200 millones o, como se augura, 70 o menos por la deuda del tranvía es crucial en unas cuentas en las que hay 33 millones para inversiones que deben provenir de un préstamo bancario. Y el parón en el diálogo se achaca a un silencio del ministerio que ya dura dos meses.

A juicio de la concejala del PP, esta «irresponsabilidad de la izquierda» puede tener consecuencias graves para las entidades sociales, a las que mantener la prórroga hasta las elecciones las dejaría «colgadas» y sufriendo. «Demuestran que van a ser incapaces de aprobarlo por sus luchas electorales y porque comer del mismo nicho de votos les puede», argumentó para apostillar que si no hay cuentas aprobadas es por los «líos de la izquierda» en la capital aragonesa.

En este sentido, las consecuencias pueden ser «nefastas», añadió Navarro, quien consideró que no es imprescindible tener zanjado el cómputo de la deuda para negociar otros muchos gastos que están incluidos en el presupuesto. El parón retrasa la aprobación y, en su opinión, los socialistas «se están agarrando a eso» en lugar de presionar el Gobierno central, que preside Pedro Sánchez, para que notifique «mañana mismo» qué cantidad debe contabilizar la ciudad. Por ello, insistió en que preocupa la situación, ya que el hecho de que no se haya comunicado antes del 31 de diciembre, como se preveía, no es buena señal.