Moisés Calvo fue un soriano de los pies a la cabeza, un ejemplo de tesón y trabajo... Siempre amó su Ágreda natal, hasta cuando le tocó bautizar la empresa que fundó ya instalado en Aragón (Ágreda Automóvil, para más señas). En su honor, el Centro Soriano de Zaragoza instituyó hace cinco años un premio que ayer volvió a llenar el Gran Hotel. El galardonado, esta vez, era José María Serrano, catedrático de Economía Aplicada de la universidad, académico, divulgador, soriano de Rioseco... Un origen que recordó en el marco de un reconocimiento que volvió a llenar. Hasta Helena, hija del premiado, acudió por sorpresa desde Burdeos.

Allí había también una larga lista de autoridades. Véase la vicepresidenta de la Diputación de Soria, Ascensión Pérez, el subdelegado, Ángel Val, el jefe de Policía, José Villar del Salz, la senadora Rosa Santos, el director general Jose María García, el edil Sebastián Contín, el director de la AGM, Jerónimo de Gregorio, o el expresidente Ramón Tejedor... No faltaron premiados de otras ediciones, sorianos como el juez Dolado. También el decano de Económicas, Alberto Molina, y el del colegio profesional del ramo, Javier Nieto, asistieron a esta gala... Incluso el conde de Ripalda, Amalio de Marichalar, soriano de pro, estuvo acompañando a Juan y Chelo Calvo, hijos de don Moisés (quien, por cierto, fundó el Centro Soriano, que preside Fernando García Terrel). Una noche para premiar trayectorias y para hacer patria. ¡Viva Soria!