Un hombre de 35 años detenido en junio por posesión de grandes cantidades de armamento de guerra había logrado reconstruir desde la cárcel de Zuera dos zulos con abudantes armas, explosivos y municiones en Zaragoza. La Guardia Civil ha hallado en el curso de esta semana dos escondites y ha detenido además a una mujer de 30 años en relación con un importante arsenal repartido entre una vivienda de Garrapinillos y un piso de la calle Monasterio de Veruela. Esta operación, que todavía no ha terminado, se inscribe en la segunda parte de un dispositivo de la Benemérita que empezó en el 2017 bajo el nombre de Illinois.

La mujer detenida ahora es familiar de Iván L., que fue arrestado en junio del pasado año en relación con la misma finca de Garrapinillos. Entonces fue descubierto un zulo, situado bajo el suelo, oculto por un sofá, donde había gran cantidad de armamento variado.

Y en la última intervención, aparte de ese mismo escondite, donde se había acumulado de nuevo abundante munición, se ha destapado otro zulo, este oculto en una especie de caseta y tapado con unas planchas metálicas. En su interior había un armero para armas de guerra, una caja fuerte que contenía una caja metálica con tres granadas de mano y material de envasar la munición.

En la vivienda registrada el pasado miércoles en Monasterio de Veruela, en el barrio de Las Fuentes, el número de piezas incautadas ha sido inferior. A la mujer detenida se le imputa un delito de tenencia ilícita de armas por almacenar un arsenal de material explosivo, municiones y armas de guerra.

La operación ha sido llevada a cabo por el Servicio de Información de la Guardia Civil con la participación de las unidades cinológicas, el Gedex y del Grupo Rural. La primera fase, iniciada en febrero del 2017, se desarrolló en junio del pasado año, cuando se localizó un arsenal de armas en un domicilio de Garrapinillos, cuyo morador fue detenido por delito de tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones y explosivos, por lo que permanece ingresado en el centro penitenciario de Zuera.

Los datos recabados y el minucioso estudio de las informaciones obtenidas en los últimos ocho meses permitieron determinar que la actividad delictiva de almacenaje de municiones, explosivos y armas, desarrollada por el detenido, podría continuar por parte de otra persona de su entorno familiar.

Durante los registros en Zaragoza y Garrapinillos los agentes intervinieron numeroso material que evidencia la continuación de esta actividad ilícita. Las granadas halladas en la segunda ubicación fueron inspeccionadas por especialistas del Gedex, que verificaron que habían sido manipuladas y estaban preparadas para detonar una vez introducida la carga.

En la vivienda de la finca, bajo el sofá del salón, se inspeccionó el zulo que había sido localizado en el 2018, con capacidad para una persona, y donde se hallaron cajas metálicas con multitud de cajetillas con munición, envasadas en bolsas termoselladas para evitar ser detectadas por el perro.

Entre el material intervenido figuran tres granadas de fragmentación, más de 2.500 cartuchos de diferentes calibres, entre ellos munición de armas de guerra, una escopeta de cañones recortados, un cañón de una ametralladora MG42, piezas fundamentales para montaje de armas y dos cargadores de Cetme.