La Audiencia de Huesca ha condenado a 3 años y 5 meses de cárcel a José María Sebastián Ibarz como autor de un delito de lesiones por el atropello ocurrido el 5 de junio del año pasado en la calle Tenerías de la capital oscense. El arrollado fue uno de los jóvenes que estuvo con la expareja del condenado en las horas previas a su muerte por sobredosis.

Una semana después de su muerte, fue a comisaría para pedir información sobre las circunstancias de la muerte de la joven convencido de que las personas que se encontraban con ella en el momento de su fallecimiento y en las horas inmediatamente posteriores, de las que conocía sus identidades, no habían actuado correctamente en tal situación. El tribunal provincial considera que el acusado estaba en «una situación de estrés agudo y grave» por el fallecimiento de la joven, con la que tiene un hijo en común, de dos años y medio en el momento de los hechos. Esta situación, más su impulsividad y «el encuentro con la persona a la que responsabiliza de sus problemas», el atropellado, «mermaron la capacidad volitiva e intelectiva del acusado», razones por las cuales reconocen la atenuante de alevosía. Las acusaciones acusaban por intento de asesinato, pero los magistrados señalan que «existen sospechas de que el acusado pudo buscar la muerte del perjudicado, pero al no poder asegurarlo con la certeza que todo proceso penal requiere, debemos partir de que únicamente quería lesionarle».

Además, el tribunal incide en que, según los forenses, las lesiones causadas no generaron un riesgo vital y que el vehículo tampoco circulaba a una velocidad alta ya que en ese caso hubiera provocado «fracturas más intensas». El acusado tendrá que indemnizar a la víctima, asistida por el abogado José Luis Espinilla, con 32.000 euros.