La huella de carbono que supone la producción de un Jamón de Teruel de Denominación de Origen alcanza los 21,87 kilogramos de CO2 por cada pieza, que, con un peso medio de 9 kilogramos, se traduce en 2,43 kilogramos de CO2 por cada kilogramo de jamón. Por otro lado, se reduce a los 15,36 kilogramos de CO2 por cada pieza de Paleta de Teruel DO.

Así lo reflejan los resultados del estudio de Análisis de Ciclo de Vida que presentó ayer el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jamón de Teruel con el que pretende conseguir una «foto fija» del impacto medioambiental que tiene la producción de sus productos y conocer en qué aspectos o partes del proceso se podría reducir esa huella para aumentar la sostenibilidad. «Queremos saber dónde estamos y, a partir de ahí, saber hacia donde queremos avanzar, porque al ser una Denominación de Origen tenemos que intentar evolucionar en positivo, mejorar en calidad y cambiar el paradigma del sector hacia la sostenibilidad», manifestó el presidente del CRDOP Jamón de Teruel, Ricardo Mosteo.

El Análisis del Ciclo de Vida (ADV) es una metodología de trabajo analítico que permite considerar las cargas ambientales de un producto mediante la identificación y cuantificación de materia y energía, determinando así el impacto y las emisiones para establecer posteriormente estrategias de mejora. Así, el estudio del Jamón y Paleta de Teruel DO ha tenido en cuenta las diferentes etapas de la producción del producto, con entradas, ciclo de vida, salidas e impactos ambientales, entre los que se encuentra el impacto sobre el agua, sobre el suelo, sobre la atmósfera, sobre la salud y sobre la energía. Por etapas, el 77,69% de esa huella de carbono corresponde a la ganadería, mientras que el 21,90% al secadero y el 0,41% al matadero. Habría que tener también en cuenta las emisiones de transporte, consumo energético u obtención de materia prima y vida de los animales dentro del ciclo de vida.

La directora General de AyC, asesora en temas de calidad agroalimentaria del CRDOP, Pilar Bordetas, recordó que la CRDOP Jamón de Teruel ha sido «pionera» en poner en marcha este estudio y destacó que los resultados no son teóricos, sino prácticos, porque se han obtenido analizando cinco empresas.

El responsable técnico de Omawa, empresa que ha elaborado el estudio, Andrés Ferrer, dijo que es el momento de aplicar medidas para intentar mejorar los resultados, que ha considerado «buenos», pero que podrían ser mejores optimizando rutas de transporte de los productos, utilizando camiones híbridos de gas natural o reutilizando el agua no apta para el consumo en tareas de limpieza.