El sistema de justicia rápida ha sobrecargado de trabajo al juzgado de guardia, que tiene que compaginar sus las labores tradicionales (atestados, detenidos, denuncias...) con la celebración in situ de los juicios por presuntos delitos recién cometidos. Por este motivo, son muchos los profesionales del Derecho que consideran que la solución al problema podría estar en la creación de un segundo juzgado de guardia. De esta manera, una de las dependencias judiciales se encargaría de la tramitación ordinaria, mientras que la otra asumiría la celebración de los juicios rápidos por faltas y delitos. Sin embargo, el Consejo General del Poder Judicial ha denegado siempre a Zaragoza el nuevo juzgado de guardia, alegando que las cifras de delitos y de procedimientos judiciales en la capital aragonesa, muy inferiores al de ciudades de tamaño similar, no justifican la inversión. A no tardar, el prometido juzgado de violencia doméstica podría contribuir a aliviar la situación.