La Fundación Cruz Blanca contaba con una gran experiencia previa en este tipo de programas, gracias a la experiencia de O Cambalache, que desarrolló entre 1996 y el 2005 en la cárcel de Huesca, hasta que esta cerró. Con ella atendían a personas altamente vulnerables a la exclusión y la violencia, informándolas sobre promoción de la salud u orientación social, centrados en enfermos de sida o reclusos con problemas de salud mental. A algunos los acogían en la Casa Familiar San Lorenzo de Cruz Blanca de Huesca.