La nueva ordenanza de protección animal ha incluido novedades también referidas a lo que es la convivencia de las colonias felinas en el núcleo urbano de Zaragoza. Por un lado, a partir de ahora solo estarán autorizados a alimentarles y cuidarles voluntarios que estén acreditados por el ayuntamiento, que son los que reciben formación para ello, explicó Cubero. Por otro, el punto más polémico, es el que incluye la prohibición cuando exista un riesgo para la salud de las personas. Y lo es porque, por ejemplo, según esta normativa, aseguró el edil, los gatos del Teatro Romano no saldrían de ahí «porque no está acreditado» ese riesgo.