Un clasificador para calcetines, un dominó en relieve o un medidor de dosis para jeringuillas son algunos de los objetos propuestos por un proyecto escolar colaborativo que pretende ayudar a la comunidad sordociega mediante el modelado 3D.

Diversidad Impresa es un grupo de profesores, alumnos y colaboradores organizado a través de internet que pretende crear un banco de modelos 3D bajo licencia Creative Commons que puedan ser impresos de forma gratuita y utilizados por personas con sordoceguera u otras discapacidades. La sordoceguera es una combinación de la deficiencia visual y la auditiva que padece un colectivo muy pequeño de la población.

Por ello, es muy difícil encontrar objetos adaptados a sus necesidades y que contribuyan a hacer su día a día más fácil, explica a Efe el profesor Abraham Alonso, precursor de este proyecto, que ya agrupa a siete profesores y sus grupos de alumnos en España.

La idea surgió cuando en la clase de Tecnología de 4º de ESO del colegio Cardenal Xavierre de Zaragoza llegó el momento de utilizar la impresora 3D. El profesor Alonso se planteó que los objetos que sus más de 40 alumnos tenían que diseñar y modelar este curso podían cumplir una labor social y transmitir valores. El resultado son estudiantes «muy motivados» porque encuentran una «utilidad práctica directa» basada en la metodología aprendizaje-servicio, dijo.