La aprobación definitiva del plan parcial para Montañana, que contempla la posibilidad de construir más de 1.200 pisos en este barrio rural de Zaragoza, amenaza tormenta en el próximo pleno municipal. Al menos es lo que se desprende después de que se le diera ayer luz verde con los votos del PSOE, CHA e IU, a pesar del momento de crisis económica y del sector inmobiliario en el que se produce. Un paso previo que se resolvió con polémica porque aceptar esta planificación supone dar rienda suelta a una previsión de vivienda con la que se duplicaría la población actual que tiene, de poco más de 3.000 habitantes.

El rifirrafe, en esta ocasión, vino de la mano del Partido Popular, que criticó lo inoportuno que supone aprobarlo en estos momentos, y de Izquierda Unida, que a pesar de votar a favor ayer dejó la puerta abierta a cambiar de opinión antes del próximo día 31, cuando se celebra el pleno.

Sin embargo, el teniente de alcalde, Carlos Pérez Anadón, defendió que, no solo se había iniciado este plan parcial hace tres años con su aprobación inicial en el pleno, sino que no significa que se vayan a construir esas viviendas ya, sino que se trata de conseguir esta herramienta administrativa que es "la única forma" de disponer de suelo público para crear nuevos equipamientos en Montañana. Y con esa intención se plantea, y por esa misma razón justificó el portavoz de CHA, Juan Martín, el voto nacionalista.

El PP pidió directamente que se retirara el expediente y se dejara sobre la mesa para analizar qué dice el informe de planeamiento "que dice que a Zaragoza le va a suponer una inversión de 15 millones de euros y, solo en el mejor de los casos, le proporcionaría unos ingresos de solo trece millones", explicó el portavoz adjunto de los conservadores, pedro Navarro. "Los propios técnicos ponen de manifiesto que no se dan las condiciones de oportunidad ni de necesidad de sacarlas en estos momentos ni en esta zona de la ciudad ni en ninguna otra", añadió.

PLAZO HASTA EL PLENO

Pablo Muñoz, de IU, defendió que en su formación "no prejuzgamos nuestra posición en el pleno" y se dan los próximos días para decidir qué votan. "Vamos a hablar con todos los vecinos afectados y valorarla en esos términos, y ver si es posible llegar a un acuerdo", explicó el edil, quien también remarcó que, en su día, el convenio con el que se fijó que habría 1.200 pisos en Montañana recibió la abstención de IU, y eso es lo que obliga a que el volumen de viviendas a construir sea el que es, pero no el plan parcial, que es lo que lo desarrolla.

Desde CHA, Juan Martín destacó que "no tenemos suelo público para acometer las dotaciones que todavía le faltan al barrio de Montañana, no hay otra manera de poder obtenerlo", así como que "su génesis urbanística ha hecho que sea un barrio desvertebrado y es necesario coser muchas calles que van a la avenida de Montañana".

Pérez Anadón subrayó que "no es bueno que lo dejemos sin tramitar después de tantos años" y que "las razones de oportunidad no son técnicas, sino políticas, que un técnido hable de ellas es tan dislocado como si yo hiciera un informe de arquitecto". "No estamos hablando de que mañana haya 1.200 viviendas en Montañana, sin o de seguir adelante con un procedimiento. Ni este año ni el que viene se va a hacer, entre otras cosas porque no se puede, porque tiene que seguir el trámite", señaló. Pero sí habrá suelo para equipamientos "que es lo que me interesa como gestor, porque sus vecinos tienen los mismos derechos que el resto de barrios". Mientras, hay que activar el plan de reparcelación y toda la tramitación siguiente, que puede prolongar el proceso durante año y medio o más.