El carbón fue uno de los protagonistas ayer durante las sesiones plenarias celebradas en el Congreso de los Diputados y en el Senado. En la Cámara Baja, los parlamentarios debatieron sobre una proposición no de ley presentada por Foro de Asturias para limitar el cierre de las térmicas y así evitar «el perjuicio económico y social» que va a generar. Una propuesta que solo obtuvo el apoyo del PP y que votaron en contra PSOE, Unidos Podemos y Cs.

El diputado socialista por Teruel, Ignacio Urquizu, justificó su posición afirmando que «si realmente quiere saber quién es el responsable de lo que está pasando el carbón es el PP, ellos mandaron a Bruselas un documento solicitando el cierre de las minas». Urquizu acusó de llevar esta iniciativa para «enredar políticamente», justo «cuando se ha iniciado el diálogo social» para negociar el cierre de las centrales.

En el Senado, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró, en una interpelación del PP, que conseguir la plena descarbonización permitirá ahorrar al conjunto de la economía española «más de 400.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles, facilitando la electrificación y repercutiendo en la factura que se paga por la electricidad». Por otro lado, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, aseguró que su sindicato exigirá al Gobierno un Pacto de Estado por la Energía en el que el carbón nacional tenga cabida dentro del mix energético, ya que España es «energéticamente muy dependiente».