Las quejas por las oposiciones de Educación en Aragón siguen generando polémica y también han llegado las críticas al Justicia de Aragón. La institución, según informaron ayer fuentes de la misma, ha recibido quejas individuales de profesores, tanto de Secundaria como de Formación Profesional, respecto a la convocatoria de plazas.

El Justicia precisó que las peticiones recibidas están relacionadas con incidencias ocurridas en el proceso de oposición. «Entre se encuentran la imposibilidad de realizar las pruebas por decisión del tribunal, los problemas que están teniendo algunos aspirantes de acceder a la plataforma digital de gestión de las mismas o el plazo de custodia de los exámenes», añadieron fuentes de la institución.

Todas ellas han sido admitidas en procedimiento ordinario y se encuentran en estado de petición de información a la Administración.

Las quejas al Justicia de Aragón forman parte del revuelo y del malestar generalizado en las últimas semanas entre el colectivo docente. Al alto número de suspensos en la prueba —hasta cinco especialidades ya ofrecen plazas desiertas cuando todavía no se ha cumplimentado la segunda fase— se unen las quejas por los criterios de evaluación.

Protestas

Sindicatos, profesores y colectivos como la Plataforma de Interinos de Aragón exigen «transparencia» para que puedan saber cómo y con qué criterios van a ser examinados.

También solicitan que las pruebas no sean elimininatorias y se conviertan en tipo test para «evitar la subjetividad» de los tribunales.

Los propios interinos celebraron el pasado lunes una reunión en el instituto Miguel Servet de Zaragoza para valorar la situación y exponer sus quejas. No descartan hacer protestas este mismo mes en la calle.

Las quejas por los suspensos han sido generalizas en todas aquellas comunidades donde se han celebrado oposiciones de Educación.

En Aragón, donde según fuentes sindicales el porcentaje de aprobados general en la primera fase está en torno al 25%, la segunda prueba todavía está por celebrarse. Será esta semana y a ella aspiran más de 1.200 opositores que superaron la primera. En esta segunda fase deben demostrar sus aptitudes pedagógicas.

Por su parte, desde el Departamento de Educación insisten en que las plazas desiertas no son considerables, ya que «solo hay un 3,3% de puestos sin cubrir porque no ha habido aprobados», dijeron.