La teniente de alcalde de Régimen Interior y Participación Ciudadana, Lola Ranera, se mostró dispuesta ayer a "abrir el diálogo político" para debatir sobre la segunda actividad sin destino de los policías locales, situación en la que se encuentran actualmente alrededor de 200 agentes. Según datos de Izquierda Unida, las retribuciones de este personal supone a las arcas municipales un coste de más de 6 millones de euros, sobre un presupuesto global para la Policía Local de 46 millones al año.

Fue en la comisión de su área, que se celebró ayer para detallar las novedades de las cuentas para el próximo año que ha elaborado el Gobierno municipal, donde Ranera se mostró dispuesta a negociar sobre este asunto, a petición de IU. De hecho, el edil Raúl Ariza volvió a mostrar la posición de su formación: los policías locales que cumplan 55 años y pasen a segunda actividad deben ser recolocados en otras áreas, como la vigilancia de edificios públicos, los centros cívicos o incluso en el área de Acción Social.

Aunque el debate se retomó posteriormente en la comisión de Urbanismo, en la que el concejal delegado de la Policía recordó que lleva "muchos años" intentándolo y que "bienvenidos al club", al que por cierto se sumó hasta el PP, que fue quien posibilitó en el pasado esta opción que ahora disfrutan los agentes. Por eso pidió "prudencia" porque "es un colectivo muy complejo".

Fue casi la única novedad de una comisión en la que Ranera desgranó el presupuesto del área, casi idéntico al del ejercicio anterior, lo que provocó las críticas del PP por el "inmovilismo". Lo cierto es que las cuentas para el próximo año se han congelado, a excepción de algunas pequeñas partidas que se han movido a Acción Social.