A la tercera tampoco será la vencida. El Mercado Central finalizará la última licitación impulsada para intentar cubrir los 19 puestos que seguían vacantes con solo 12 ofertas presentadas. El plazo culminaba ayer y, aunque en las próximas horas podrían llegar más pujas registradas en otra administración, si se confirma el resultado obligará al ayuntamiento a una cuarta convocatoria para lograr concesionarios que cuelguen el cartel de completo en el nuevo edificio, que prevé abrir sus puertas en otoño.

Dos pujas para puestos de carnes, tres para pescados y congelados, una para fruta y verdura, tres para pollerías y otras tres para alimentación variada. Estas fueron las ofertas recibidas ayer, al cierre del plazo, que deja tras de sí otras 7 que, acabe como acabe el proceso, seguirán vacantes. Ahora los técnicos tienen que analizar las pujas y validarlas. Así que esa cifra solo puede ir en aumento tras la tercera adjudicación de estas concesiones a 50 años de puestos por los que, los ganadores, deben desembolsar unos 50.000 euros de media.

En paralelo, el proceso sigue adelante y la próxima semana dará un paso más, ya que los pliegos de condiciones ya están preparados para sacar a concurso público los cuatro puestos del mercado que se dedicarán a restauración.

70.000 EUROS Y 20 AÑOS

Se trata de bares o restaurantes que tendrán una duración distinta a la de los puestos de venta de productos en el mercado, ya que al ser del sector de la restauración, los 50 años de los puestos se reducen a 20.

También variará la cuantía a desembolsar, ya que el precio para estos establecimientos en esa licitación no será de 50.000 sino de entre 60.000 y 70.000 según el puesto al que se puje.

Tampoco las expectativas de negocio son las mismas, aunque estos mostradores, en el propio pliego de condiciones, invitarán a crear una oferta inédita en Zaragoza. Y es que el cliente podrá demandar platos elaborados con productos que se vendan en los propios puestos del Mercado Central, además de ofrecer degustaciones, y además poder adquirirlos en el momento, desde la mesa. Se trata de una opción para establecer sinergias entre los detallistas y los puestos de restauración que ya existe en otras ciudades de España y Europa.

Mientras, está por definir todavía el espacio que se les dedicará en el exterior, siempre en el lado este del edificio, para ofrecer terraza a los clientes y expandir la actividad al exterior. Y el horario será el de cualquier bar de la ciudad, de 6.00 a 1.30 horas.