Con todo el vidrio que los aragoneses depositaron en los contenedores verdes el pasado año se ha ahorrado 1.835 toneladas de fuel, se han llenado 21 piscinas olímpicas de envases, se ha creado una hilera 535 veces más alta que el Moncayo y que supera la distancia entre Huesca y Teruel. "Aragón es una de las comunidades que mayor crecimiento ha experimentado en el reciclado de vidrio, por encima de la media nacional", afirmó ayer Yolanda González, responsable de la asociación sin ánimo de lucro Ecovidrio. Si los españoles depositaron en los contenedores una media de diez kilos de residuos, los aragoneses han reciclado 11,5 kilos.

Sin embargo, estas cantidades aún pueden superarse con los alrededor de 600 contenedores que están pendientes de ser colocados. Además, Ecovidrio y el Gobierno de Aragón han lanzado una nueva campaña publicitaria, que durará dos meses, para invitar a los aragoneses a continuar con este hábito.

"Queremos sensibilizar a la población de la importancia que tiene su colaboración en la cadena de reciclado con anuncios en prensa, radio y en los autobuses urbanos", añadió Marta Puente, directora general de Calidad Ambiental.

Durante el 2003, se depositaron un 16% más de residuos de envases de vidrio que el año anterior, pasando de 12.165.700 a 14.120.130 kilogramos. Aragón ha reciclado cerca de cuatro millones de kilos de vidrio más que en el 2001.

"Reciclar vidrio tiene su valor ambiental y también económico, porque ahorra energía, reduce la contaminación y evita vertidos incontrolados. Además, es cien por cien reciclable y cuantas veces se quiera", aseguró Yolanda González.

Una de las asignaturas pendientes es alcanzar el ratio o número de contenedores propuesto por el Plan Nacional de Residuos Urbanos, que lo cifra en uno por cada 500 habitantes. En la actualidad, mientras en España es de uno por cada 400 habitantes en la provincia de Huesca es de uno por cada 228 habitantes; en Teruel, uno por cada 203; pero en Zaragoza se supera el número propuesto en el plan nacional. "En el 2003 la ratio es de 511 habitantes por cada contenedor, pero este año Zaragoza alcanzará el número de uno por cada 400 ciudadanos", añadió Marta Puente.

El consumidor debe saber que al comprar un envase de cristal, el punto verde que observa significa que ya ha pagado por su reciclado. En el 2003, el coste del punto verde era de 2,34 euros por cada mil envases de 0,25 litros; 3,12 euros por cada mil de 0,25 a 0,5 litros, y 6,24 euros por cada mil envases superiores a 0, 5 litros.

El concepto que debe tener en cuenta el consumidor es que los envases de cristal no son basura que deben ir al vertedero, sino residuos aprovechables. Con la energía que ahorra el reciclaje de una botella se puede mantener encendida una bombilla de 100 vatios durante cuatro horas.